Homenaje a la familia Kapeluz Kostiuk
Emigrantes rusos (Ucrania); mi abuelo, Pablo Kapeluz, vino a la Argentina en el año 1910, porque en Buenos Aires vivía un hermano mayor que emigró en el año 1891, Adolfo Kapelusz, el fundador de la editorial del mismo nombre, pero cuando mi abuelo llegó a Buenos Aires no lo encontró. La embajada lo destinó a la Patagonia y llegó a Caleta Olivia.
En esos años en Ucrania comenzaba la revolución contra los zares y se preparaban para la primera guerra mundial. Muchos extranjeros venían a América en busca de paz y prosperidad, pero se encontraban con una Patagonia despoblada e inhóspita.
La vida fue muy dura para ellos. En esos años venían los hombres primero y luego traían a sus esposas e hijos.
Mis abuelos, en Ucrania, vivían en Zitomir; allí se casaron y tuvieron una hija, Irene. Mi abuela se llamaba Teodora Kostiuk; ella llegó a la Argentina en 1912 con su pequeña hija Irene, de cuatro años. Llegaron a Caleta Olivia, donde sólo había un galpón en la playa. Tuvieron que refugiarse en ese lugar; el abuelo les había dejado comida. Debieron esperar hasta que él pasara a buscarlas en un carro. Ellas no podían hablar con nadie porque solamente hablaban en ruso.
Mi abuelo tenía un pequeño campito, "El Bajo Ruso". Todavía (2011) están los restos del ranchito donde ellos vivían.
Unos años más tarde se trasladaron a Koluel Kaike. El comenzó a trabajar en el ferrocarril; era carpintero ebanista y mi abuela costurera. Ella confeccionaba la ropa para toda la familia.
Allí nacieron sus tres hijos: Gregorio, Paulino y Alejandro.
En 1919 vino de Rusia un hermano mayor que se llamaba Alejandro Kapeluj; tenía veintiséis años. Hacía once meses que estaba en la Patagonia, trabajaba como peón de campo en una estancia y cuando traía un arreo de ovejas, se adhirió a la huelga, lo apresaron, lo castigaron, le hicieron cavar una fosa y luego lo fusilaron. Lo llamaban "el ruso manchado".
Después de tantas penurias y tristezas se trasladaron a Puerto Deseado; vivían en las casas del Ferrocarril. Más tarde compraron un terreno en la calle Brown 1041.
Construyeron la casa de piedra y en el año 1922 nació mi tía Ana; en el año 1924, en septiembre, fallece mi abuela a los treinta y siete años. Todavía no habían terminado la casa.
Así transcurrieron los años de la Patagonia Trágica, como los llamó Osvaldo Bayer en sus libros.
Unos años más tarde su hija Irene se casó con un ruso llamado Nicolás Borchuk, se radicó en Las Heras y se llevó a sus dos hermanos más pequeños; allí los mandaron a la escuela primaria.
Cuando eran mayores se volvieron a Deseado, a casa del padre, ingresaron a trabajar en el Ferrocarril; después hicieron el servicio militar en Comodoro Rivadavia y mi papá Alejandro ingresó a trabajar en Prefectura. Era el año 1942. A los pocos meses falleció mi abuelo a la edad de 61 años.
En el año 1944 mi papá se casó con mi mamá Acracia Pando; tuvieron tres hijas Mirta, Norma e Isabel.
Mi tío Paulino trabajó en el Ferrocarril hasta el cierre y después atendía el bar que pertenece a la Estación. En la Estación puede verse a mi abuelo y a mi tío Paulino en varias fotos. Es muy recordado por los ferroviarios y muy amigo del Dr. Juan Carlos Rostagno.
Gregorio y Paulino fallecieron en Puerto Deseado. Mi papá e Irene fallecieron en Comodoro y mi tía Ana en Mendoza.
Como notarán en mis relatos, el apellido Kapelusz está escrito con diferentes letras en el comienzo y el final. Es que en las actas de nacimiento les cambiaban las letras. Como el abuelo no conocía muy bien el idioma, las personas del juzgado lo ponían como se pronunciaba.
Norma Noemí Capeluc
Nota: mi abuelo, cuando emigró de Ucrania, tuvo que salir del país vestido de mujer.
1 comentario:
Interesantísimo su relato sobre la familia Kapelutz en le zona de Puerto Deseado. Puede Ud. precisar la ubicación del campito "El Bajo Ruso" y entre que añoa estuvo poblado ? Gracias.
Ing. Carlos M. NUEVO, Lago Cardiel.
cmnuevo@gmail.com
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