sábado, 28 de agosto de 2010

Antologia deseadense/ aquel cafe de la abuela, por Jorge Bernard

Aquel café de la abuela

Vi como la proa se enterraba en aquella gran ola que,luego de recorrer con bravura la cubierta de mi kayak, descargó toda su fuerza contra mi cuerpo. No sentí frío alguno; la chaqueta me mantenía seco, y por momentos hasta pude sentirme acalorado por la lucha que teníamos contra la corriente y el fuerte viento que en aquel momento se había desatado; pronto otra ola comenzó a formarse y antes de ir al encuentro de la misma giré mi cabeza por ambos lados. Allí estaban mis dos compañeros de expedición, Yuval y Yosii, dos israelitas que, con buena experiencia en el remo, hacían importantes esfuerzos para mantenerse estables ante aquella inesperada situación.
Encontré algo de reparo en una alta roca que había en la costa de la isla y divisé un claro donde pudimos desembarcar sin problemas. Sabía que la situación no tardaría en mejorar; sólo teníamos que esperar que se produjera el cambio de marea, así que aprovechamos para descansar.
Mientras Yuval encendía una garrafa para preparar café, fui hasta el tambucho de mi kayak en búsqueda de unos alfajores artesanales de maicena y dulce de leche que bien acompañarían a esa infusión.
Mis brazos aún estaban hinchados por el esfuerzo, podía sentir como la sangre lentamente comenzaba a desacelerarse por mis venas y mientras el cansancio comenzaba a hacerse notar, un suave y delicioso aroma que atenuaba aquel fuerte café nos fue invadiendo progresivamente y así, una placentera sensación de pesadez se fue apoderando de mí, logrando relajarme totalmente en aquella playa. Unos pocos instantes más tarde, mis ojos se cerraron y me sumergí en un reconfortante y profundo sueño.
La imagen de mi abuela frente a su antigua cocina de leña apareció de repente. Aún entrada en años y con imborrables huellas dejadas por el paso de la vida, sus suaves rasgos descubrían la hermosa mujer que había dentro de ella; allí estaba, revolvía algo en una extraña cafetera de largo pico y mientras me contaba historias de los pueblos árabes que había escuchado o aprendido de mi bisabuelo, oriundo de una pequeña aldea de Medio Oriente, yo permanecía inmóvil a su lado y con mi mirada atenta al lento movimiento de sus labios, esperando ansioso que apareciera su cómplice sonrisa que cada dos o tres palabras siempre me regalaba.
Sus historias eran siempre cortas, pero tenían el extraño poder de cautivarme, de trasladarme a interminables desiertos de arena donde largas caravanas de camellos llevaban a hombres de grandes turbantes y a hermosas mujeres, cuyos rostros siempre permanecían cubiertos por finos velos. Ellos entraban y salían de pequeños pueblos de bajas y amarillentas casas; ella vivía aquellas historias mientras me las contaba.
De pronto el aroma del café me despertó. Ese café era distinto al de todos los días... conocía ese aroma que de niño había quedado grabado en mí.
Yosii y Yuval me ofrecieron para probar un “café turco” que acababan de hacer; asentí y extendí mi mano para recibir la taza de aquella caliente infusión, al mismo tiempo que les preguntaba acerca del mismo.
Ellos me contaron que lo que estábamos tomando era “café con cardamomo”, que es una exquisita hierba de excelente aroma y que en Israel como en muchos países de Medio Oriente este café es considerado como un ritual de hospitalidad y que también estimula la tranquilidad del espíritu de quien lo bebe.
Luego de probarlo no tardé en recordar que ése era el café que siempre preparaba mi abuela.

Jorge Bernard

Si tenes un relato o historia del campo...

Estamos trabajando para editar un libro que todavia no existe. Un libro de historias rurales de la zona de Puerto Deseado, Jaramillo, Fitz Roy, Cabo Blanco. Apelamos a la memoria de los viejos pobladores, peones, esquiladores... Muchos ya se han ido y a otros no podemos encontrarlos. Pero seguramente hay relatos, anécdotas, testimonios que se pueden rescatar. Si tenés alguno, podés ser parte de este "libro del campo" que queremos publicar en el 2011... Como siempre, detallaremos autores y fuentes de donde se ha tomado el texto. Si es de una revista, diario o libro, pedimos que lo aclaren.

Agradecemos enviar textos a deseadorevista@yahoo.com.ar

Autores patagonicos/ Nadine Aleman/ Bianca encierra

“Era tan pero tan profunda nuestra alianza,
que nos encontrábamos todas las tardes en nuestra muda locuacidad”
(Nadine Alemán)


Bianca encierra las pocas ovejas en el corral todas las tardes. Y vuelve al rancho con las piernitas envueltas en abrojos y temblando por el frío hostil de la cordillera. Bianca y su vida suspendida. Bianca con ese padre viejo y acabado que no le dio más vida que esa vida, llena de ausencias. Bianca y las estrellas. Pero ella sale inmutable cuando lo oye decir, a veces como única frase en todo el día: “¡Bianca, encierra!”. Ella sale del rancho y encierra todo lo que puede, las gallinas, las ovejas, la puerta de la despensa. Hace todo lo que él le pide mientras lo ve envejecer. Hace el pan (le pone harina de la buena y lo amasa con leche fresca para que quede mas blando y no le arruine los dientes al viejo), y no se queja del agua helada del arroyo cuando lava la loza. Le compra pilas nuevas a la radio, pega el hule del mantel cuando se raja, zurce repasadores y medias. Hasta pesca con la latita en el arroyo para que no sean siempre fideos, papas y carne. Y cuando va al pueblo, Bianca tarda. Hace despacito el camino de regreso, como soñando que nunca llega. A su padre lo acuesta, lo levanta, calienta el agua en el tanque de la cocina a leña y le prepara el fuentón de lata para bañarlo. Y apaga las velas temprano para que Ella, la Muerte, si llega no lo vea. Espera la noche para dejar las cortinas corridas y desde su cama ubicada estratégicamente bajo la ventana, ve las estrellas lejanas que la helada patagónica vuelve mucho más brillantes, como un regalo íntimo, solo para ella. Ni bien se acuesta, Bianca se pierde en un viaje único. Es otra, vive otra vida, goza el destierro nocturno y se hace a él soñando que tiene amigas, que tiene marido, que tiene hijos, que tiene calor y que tiene un destino. Así se duerme hasta el otro día, cuando al amanecer otra vez se levanta, otra vez suelta las gallinas, las ovejas, abre la puerta de la despensa. Otra vez el día, la luz, el campo, el trabajo duro, el viento y su padre. Pasando como siempre las horas lentas, hasta el atardecer, donde vuelve a encerrar. Y sobre todo Bianca encierra. Encierra esas ganas de dejar esa noche las velas encendidas para que si Ella, la Muerte, esta noche viene, entregárselo de una vez y luego perderse finalmente en la vida que ella tiene en las estrellas.

Nadine Alemán

100 años de la familia Rodriguez en Puerto Deseado




Homenajes
100 años de los Rodríguez en Deseado


Hace cien años, llegaba mi abuelo Federico Rodríguez, procedente de la ciudad de Marchena, provincia de Sevilla en España, a la Argentina… y, con él, muchos más europeos, ansiosos de paz, trabajo y, por qué no, la prosperidad tan adjudicada a estas tierras.

Pero... “qué osados”, “qué aventureros” o “qué desesperados de hallar un lugar en el mundo, que les permitiera desarrollarse”…

Y así fue. Ya en Buenos Aires, cuando en el Hotel de los Inmigrantes ofrecían trabajo, en sitios absolutamente extraños para los recién llegados, el abuelo Federico escuchó que necesitaban obreros para las variadas tareas que implicaba instalar el ferrocarril en Puerto Deseado. Por eso levantó la mano, en señal de aceptación, cuando pidieron carpinteros (y según contaba mi abuela Rosario, que había recibido este relato, él poco sabía del oficio, pero si hacía carpintería en España, como aficionado) hoy diríamos por hobby o algo así.

Lo cierto es que logró el empleo y en barco, junto a un grupo de hombres jóvenes y soñadores, más las herramientas y los materiales, hasta los galpones adonde vivirían, partieron hacia Deseado.

Cuando la abuela Rosario contaba esto, yo era chica, vivía en casa de ellos, que aún se conserva frente a la comisaría, en la calle Ameghino y se me ocurría preguntar: ¿y cómo era Deseado en ese época? Ella me contaba que llegó en 1911, porque el abuelo había vuelto a España a buscarlas y cuando regresaron, después de un viaje larguísimo en el vapor Balvanera hasta Buenos Aires, se embarcaron nuevamente hacia Deseado y traían a mi mamá que sólo tenía unos meses y se llamaba Dolores, pero todos conocieron por Lola.-

Ella decía: esto era “casi nada”, pero como varios hombres habían viajado con sus esposas, se ayudaban unas a otras y se consolaban de la lejanía respecto de sus familias, (mi abuela era huérfana, pero dejó muchos hermanos y mi abuelo tenía a toda su familia que se oponía a esta “aventura”).

También con gran paciencia, me explicaba cómo fueron instalándose y adecuándose al lugar. Con el tiempo, la familia se agrandó, porque nacieron en Deseado, cuatro hijos más: Manuel (Lolo), Antonio, Federico (Chico, para distinguirlo del padre) y Libertad, que aún vive en la casa mencionada.

Federico cambió varias veces su actividad: tuvo transportes y mueblería (es lo que recuerdo y de lo que hay fotos). No fue muy cuidadoso de su patrimonio y la última actividad que recuerdo, antes que enfermara fue la de conducir un auto de alquiler. También recuerdo los relatos, siempre a cargo de mi abuela o de mi mamá, acerca de las reuniones y fiestas que organizaban, similares a las de su tierra natal. De la preponderancia de la Sociedad Española, aunque cada colectividad tenía su agrupación y de los carnavales, para los que se preparaban con gran anticipación.

Los cinco hijos de Federico también se casaron en Deseado y a excepción de Antonio, que vivió mucho tiempo en Comodoro Rivadavia, todos tuvieron sus hijos ahí. Así se sumaron ocho nietos y veinticinco bisnietos.

Por distintos motivos, algunos debimos alejarnos de Deseado, pero siempre está vivo el deseo (aunque parezca redundancia) de volver. La necesidad de destacar este lugar como un apartado de belleza y misterio, en el fabuloso paisaje de la costa patagónica.

Para mí sigue vigente un misterio que me inquietó desde muy chica: ¿Cómo puede ser que Deseado los haya atrapado tanto a nuestros abuelos, que nunca volvieron a España?...

por su nieta María del Rosario Fava (Monte Grande, Bs. Aires)


Realmente es admirable el duro camino que decidieron emprender tantas personas en busca de una realización personal o colectiva. Muchos deseadenses tenemos un abuelo, un tío, algún pariente cercano nacido en tierras españolas. Es por esto que nos encontramos con una enorme influencia en nuestra cultura por parte de la cultura ibérica, el lenguaje, las costumbres, los gustos, las tradiciones, llevan sus entrañables huellas. Y este es el caso de nuestro abuelo:

El abuelo Federico:
Inmediatamente de su arribo a Deseado, ingresa como carpintero en la construcción de la estación del ferrocarril, oficio que desempeña por más de un año, luego se inscribe en el municipio como carrero, (llevando pasajeros y equipaje desde y hacia la estación ferroviaria y zona portuaria), motivo por el cual fue uno de los primeros taxistas de la localidad, tal como lo acredita su credencial extendida con el Nº 1. Luego se desempeña como comerciante y pone la empresa de mudanzas “La Favorita”, y se instala por muchos años con la mueblería en la calle Belgrano casi Ameghino, edificio de piedra que aún existe. Posteriormente continúa como taxista profesión a la que dedicó muchísimos años de su vida, en ese ínterin efectuó varios cambios de vehículos llegando a tener uno que perteneció a la embajada japonesa en Bs. Aires.-

Fueron muchos los antiguos vecinos deseadenses y viejos pobladores de la zona que conocieron a Federico, aquel andaluz de pura cepa, apodado “el gitano” y que aún hoy recuerdan por sus pillerías. Sus picardías y constante histrionismo sirvieron de inspiración para que un literato de aquel entonces dedicara en el año 1924, en la revista Ecos de Deseado el artículo titulado:

“Ojo clínico: el día de llegada o salida de tren o vapor, hay un hombre que domina la situación en el pueblo. El sabe mejor que las mismas autoridades, quienes llegan al puerto, y quienes se marchan, bastando su sola voluntad para que cualquier individuo dispuesto a partir se vea obligado a permanecer en la localidad. Este hombre que en dichos día se ve más visitado que un ministro, y en quien depositamos tanta confianza como podríamos hacerlo con el más correcto funcionario público, es Federico Rodríguez. Basta que se lo encarguemos a él para que nuestras cargas, encomiendas o equipajes sean recibidos o despachados como podría hacerlo el agente más experto. El lunes, nos entretuvimos en la estación contemplando la forma en que despachaba los equipajes y la rapidez con que lo hace. Sin preguntar nada a sus dueños, el sabe si los bultos deben ir en el furgón de encomiendas o en el coche y hasta parece adivinar dónde va a sentarse el pasajero para llevarle sus valijas hasta el mismo asiento. Fuera de toda duda que el hombre conoce a fondo la psicología del viajero. A una hermosa mujer, cosa bien rara le pareció que nada preguntase Federico, y sus bultos le llevara hasta el vagón de la primera clase; la viajera –jamona rubicunda- preguntóle después, como sabía que no viajaba en coche de segunda, siendo la primer vez que la veía?; y mirando goloso a la aludida, Rodríguez contestó de esta manera: -porque apenas la vía, noté enseguida que es usté una señora de primera!”.

En la actualidad la gran mayoría de sus descendientes residen en Deseado, otros se han afincado en Puerto San Julián y Caleta Olivia (Santa Cruz), Trelew y Comodoro Rivadavia (Chubut, Monte Grande (Bs. Aires,) Capital Federal, España y Rumania.


por su nieto Roberto Luis Rodríguez

Poetas de la Patagonia/ Julio Leite


Poetas de nuestra Patagonia

Interrogante

Cómo jugar a las escondidas
en esta Patagonia
que te alcahuetea,
dónde esconderse
en esta estepa?
Cuando niño tuve
columpios de corceles,
toboganes de nieve,
y después
de esa feracidad lúdica
fui ropa colgada,
llorando,
luchando al viento
sin mácula y solo
en el extremo sur
de este cordel desmesurado.
Imposible jugar a las escondidas,
hay que dar la cara
en este territorio
de majadas.

Paisaje invernal
(no apto para turistas)

En cada chimenea
hay un puñadito
de bostezos azules
y cuchillos brillosos
por pupilas.
Invierno
rima con odio,
pega con hambre,
mata con carámbanos.
El vino y la madera
para esos niños
no es un abrigo,
para esos hombres
la madera y el vino
son el refugio...
Afuera,
señorea la indiferencia.

Julio Leite
Poeta nacido en Ushuaia, Tierra del Fuego, en 1957.

Guillermo Outes recuerda la colimba en Puerto Deseado



Recuerdos de un conscripto
La primera licencia, volver a casa


Los días en Deseado transcurrían en la más absoluta monotonía; nuestra clase ya habia tomado todos los puestos dentro del Escuadrón y quien suscribe realizaba tareas de oficina en la intendencia del cuartel más las guardias que gracias a los muchachos del detall me comía a lo loco y si a eso le sumamos los bailes que nuestros queridos zumbos nos brindaban a diario, digamos que estábamos bastante ocupados.
La temperatura comenzaba a bajar en mayo, el viento ya era insoportable, más teniendo en cuenta la proximidad que teníamos con la costa atlántica (5 km), pero ya estábamos acostumbrados.
Durante mayo ya se hablaba de las futuras licencias, o sea volver a casa durante quince días, y todos fantaseábamos con regresar a nuestros hogares lo antes posible: era nuestra única meta positiva.
Como era imposible que toda la guarnición viajara junta, había que armar tandas para que el personal viaje. El drama era decidir quien viajaba primero y quien se quedaba bancando 15 dias más en el cuartel con la mitad del personal o sea la doble cantidad de guardias se avecinaba.
Yo debia definir con Claudio Gavigliani quién viajaba y el sistema mas democrático fue por sorteo. En el momento de definir el tema, decidimos jugarlo con un par de papelitos, uno de ellos tenia una "X" y la sacó Claudio, tocándome la segunda tanda; mi depresión al saber que tenía que quedarme fue tal que contaba los dias como un preso, pues estar en Puerto Deseado aislado del mundo deberia ser lo mas parecido a estar preso.
Y el dia llegó. Claudio volvió de Buenos Aires, y me tocó volver a casa, micro hasta Comodoro Rivadavia y de allí avión a Capital Federal. Fue la primera vez que viajaba en un avión Hércules. El Hércules es un avión de carga sin ningún tipo de comodidad para los pasajeros, menos para llevar a más de 100 hombres. El espacio sobraba, pero debíamos viajar sentados en el piso o parados como si fuera un colectivo .
Al llegar a El Palomar(aeropuerto de la Fuerza Aérea) la excitación era tremenda; volver a casa despues de 5 meses era demasiado.
Recuerdo perfectamente que al salir de Palomar tomé un colectivo hasta la Boca. Al subir me pasó algo que me marcó para siempre. Una señora viajaba junto a un niño, yo subí con mi uniforme de salida y quedo parado en el medio del colectivo. De golpe la señora expresa, dirigiéndose al niño: "Dejale el asiento al señor". Yo miré dentro de todo el colectivo a quien se dirigía y me encontré solo, parado en el mismo. Fue la primera vez que me llamaban "señor"… había cruzado el umbral, la adolescencia había quedado atrás.

Guillermo Outes

Ante el reciente fallecimiento de Hector Mario Espindola, un homenaje de Oscar Bidabehere

A 40 años del primer torneo de "baby futbol"
AGASAJARON A HECTOR ESPINDOLA

Avanzar sin resuello, con armas nobles, espíritu solidario y así triunfar en el campo de juego... La fuerza de la unión y el altruísmo. Enseñanzas grabadas a fuego en aquellos párvulos de narices flameantes y rodillas raspadas. Han pasado cuarenta años, muchos en la vida de un hombre. Pero los ecos de una humilde gesta que nos tuvo como protagonistas, no se han apagado. Los entonces niños crecieron y no olvidaron a aquel que fue catalizador de nuestras ansias deportivas y que quedó en nuestras memorias asociado a la alegría.
Eran tiempos donde el juego con la pelota no sabía de horarios, cualquier espacio fuera de las obligaciones escolares era bueno para darle a la redonda. La historia comenzó en aquel local emplazado en pleno centro, donde funcionaba la agencia de Transportes Patagónicos, el pullman que nos comunicaba con el mundo por aquellos caminos polvorientos. El arribo del colectivo entrañaba un acontecimiento que alteraba la monotonía del pago. Allí íbamos cuando partía algún ser querido, a curiosear la llegada de los forasteros o de alguna linda niña.
Pueblo aluvional el nuestro; convergían argentinos de los lugares más distantes en busca de nuevos horizontes. En aquella pequeña terminal aprendimos a conocer a Espíndola, a secas, como lo llamábamos. Los rostros de los pequeños se encendían cuando este correntino que trajo en sus alforjas la picardía y el empuje de ese enjundioso pueblo mesopotámico, ensayaba sus chanzas y fintas verbales.
Eran tiempos sin televisión, ciber o video juegos. Nuestra niñez era un canto a la aventura y a la descarga de energías en pruebas de esfuerzo, en los carritos con rulemanes, los cowboys y el futbol. Domingo a domingo nos pegábamos a la radio para escuchar, temblando de emoción, la voz de Fioravanti relatando las proezas de aquellos cracks que sólo conocíamos por las figuritas o El Gráfico. Proyectábamos nuestros sueños en las canchitas que se armaban en los patios de las casas o en los muchos baldíos existentes por entonces. En ese marco Espíndola tuvo la ocurrencia de urdir un campeonato de fútbol infantil, el glamoroso Baby-futbol.
La calle San Martín, la de los desfiles patrios y el Cine Español, escenario de los paseos obligados, la vuelta del perro -como la bautizara la comidilla pueblerina-; justo ahí en el trayecto que separaba la terminal de colectivos de la farmacia había una cancha de tenis en desuso con piso de cemento, color rojizo, imitación de polvo de ladrillo, característico del deporte de las raquetas. Ese fue el estadio pensado por Héctor. Así armamos nuestra escuadra con chicos vecinos y amigos de andanzas: Carlitos Martínez, el hijo del relojero, larguirucho, más bueno que Lassie; Arturo Rodríguez, habilidoso, algo pachorriento, llmado a ser figura en la primera del Ferro; el Rata Santana, un torbellino, pequeño titán que era el pulmón del equipo; "Rojitas" Oller, menudo y hábil como el celebrado jugador de Boca, certero a la hora de definir; atrás Muñoz macizo como su progenitor picapedrero y Carlitos Bidabehere, una zurda con destellos de calidad, el Súper, un apodo acuñado por su aire ganador en cualquier terreno. Todos juntos sin egoísmos, mancomunados en pro del triunfo. Un vínculo entrañable que aún sigue vivo en nuestro corazón.
El equipo fue bautizado por nuestro mentor con un nombre símbolo de poesía y convocatoria a la lucha sin desmayos: Almafuerte. Y como si fuera poco, para insuflarnos ímpetu para vencer al rival de turno, la camiseta xeneixe, como la de Rattin, Marzolini y el mencionado Angel Rojas, el pibe de oro. Amor a una divisa que nos nutre desde la cuna. Aún hoy que ha corrido mucha agua bajo el puente no ha menguado la ebullición que desata la azul y oro. Y toda esa empresa al comando de Hector Espíndola, gestor, masajista y alma mater en aquella quijotesca puja deportiva.
No se necesitaron miles de dólares, promesas faraónicas; sólo la acción silenciosa amalgamada en el espíritu amateur tan devaluado en la hora actual de barreras y candados que obligan a pagar para ver. ¿Hay algo más valioso que dar alegría a un niño, hay retribución más maravillosa? Eran otros tiempos, se dirá. Pero el reloj implacable no ha conseguido diluir en nuestras mentes aquella historia mínima. Hubo un mensaje inspirador en Almafuerte y un ejecutor consecuente: Héctor Espíndola. A él nuestro humilde homenaje. Mil gracias por su sonrisa franca, su solidaridad sin reservas. Su buscar sin dar recompensas.

LOS CEBOLLITAS DE ALMAFUERTE, marzo 2005
(texto elaborado por Oscar Bidabehere)

Instrucciones para emigrar a la Patagonia, por Luisa Peluffo


Y...



Podrás enamorarte de un instructor de esquí, pero acordate
que cuando termina la temporada va sin equipo y no tiene la
montaña nevada de fondo.

Podrás hacer muchos asaditos durante el verano; pero por
favor hacelos en tu casa que si no, nos vamos a quedar sin
bosques.

Acordate que con el clima seco patagónico, una lata,
un pedazo de vidrio, entran facilmente en combustión y un
bosque que se incendia tarda mínimo cincuenta años en
recuperarse.
?
Podrás atiborrarte de chocolate, waffles, dulces caseros,
frambuesas con crema y helados artesanales, pero después
no te quejes si bajás rodando la montaña.

Podrás tener una batata o un 4x4, lo importante es que
ande y te impida mojarte cuando llueve y pasar frío cuando
nieva. Preferible con tracción delantera. Por las subidas…

Podrás ser Fangio al volante – no lo dudo – pero cuando
nieva, haceme caso: no saques el auto.

Podrás hacer cumbre en algún cerro y agrandarte de
manera insoportable. Lo que no debés hacer jamás es andar
solo en la montaña. Es muy fácil perder la orientación, o
lastimarse. Un simple esguince puede hacerte pasar un mal
rato si estás solo y tenés que recorrer un largo trecho de regreso.

Tampoco te largues a cualquier hora y sin asesoramiento.
Consultá siempre al guardaparque, o al Club Andino del lugar
en que te encuentres, antes de emprender un paseo y avisá que
saliste y la hora en que pensás regresar, y acordate de que el
tiempo que te lleva de ida la excursión, lo tenés que computar
para el regreso.

Podrás estar solo/a o en pareja, que aquí lo de en las buenas
y en las malas va en serio. No hay ni madres ni padres, ni
hermanos, tíos o abuelos y hasta los mejores amigos quedaron
a 1800 km...

Podrás venir huyendo de la inseguridad, pero cuando llegues
tratá de que no se declare una guerra (como nos pasó a nosotros).

Podrás conseguir un laburo buenísimo o una changuita,
pero para empezar, venite con un mínimo ingreso asegurado.

Podrá ser una choza o un iglú, pero venite con un
alojamiento básico asegurado.

Podrás comprar un lote en la cima de una montaña, pero
(a no ser que te dé por la onda ultra primitiva) antes de cerrar
trato asegurate de que cuente con agua y electricidad y que
el acceso no sea una tortura.

Podrás instalarte a orillas de un lago, con una vista
espectacular, pero acordate que las costas en general (y la del
Nahuel Huapi en particular) son muy ventosas...

Podrás tener muchas oportunidades de trabajo en una
gran ciudad y ganarás el triple. Aquí podés volver todos los
días a tu casa a almorzar.

Podrás disfrutar todos los entretenimientos y actividades
culturales que te ofrece una gran ciudad. Aquí vivís en medio
de un paisaje maravilloso y al mediodía (o los fines de semana)
podés hacerte una escapada a la orilla de un lago o a la
montaña, algo que te renueva como si hubieras tomado una
semana de vacaciones.

Podrás enterarte de que en Buenos Aires, Córdoba o
Rosario padecen 40° y 100 % de humedad, que vos seguís
con la campera puesta, porque lo que es aquí, siempre está
fresquito y seco.

Podrás extrañar a la familia y a los amigos (o quejarte de
que te visitan demasiado) pero tus vacaciones las tenés
solucionadas.

Podrás amar la naturaleza, el andinismo, la vida de
campamento, el esquí y la pesca o ser un tronco para
cualquiera de esas cosas y rezongar, putear o desesperarte. Lo
único que se necesita para vivir en el Sur es sentir que aquí
estás en armonía. Que este es tu lugar.

Luisa Peluffo, en
“Me voy a vivir al sur, Manual de Instrucciones para emigrar a la Patagonia”

El Refugio viejo


El "Refugio Viejo"

Teníamos la idea de pernoctar en el "Refugio Viejo" del Tronador. Para eso cruzamos a Chile por el Paso Vuriloche hasta una cabaña a la que llaman "Refugio Carabineros", donde encontramos carabineros chilenos que nos contaron que hacía cinco días seis argentinos habían ido a pernoctar por una sola noche al Refugio Viejo pero quedaron atrapados dentro por una tormenta de nieve que no amainaba, con "viento blanco" y visibilidad cero. Por suerte, vimos bajar a dos carabineros cansados que habían logrado, luego de cuatro intentos fallidos, llegar al refugio y ayudar, con gran dificultad, a bajar a los atrapados que llegaban caminando detrás de ellos.

Los rescatados nos contaron cómo habían racionado su comida y cómo pasaban el tiempo dentro de las bolsas de dormir jugando a las cartas y derritiendo nieve con los calentadores para tener agua para beber y cocinar y que alivio sintieron de ver a los carabineros que fueron a rescatarlos entrar en el refugio.

Cuando los ánimos se calmaron propuse que había llegado el momento de la foto que registre a los rescatados y a los rescatadores. El sol sonrió el tiempo justo para la foto.

Al día siguiente y a pesar de las innumerables recomendaciones en contra, Helen, Patricio y yo subimos a hacer una aproximación al refugio (lo que el tiempo nos permitiera) y volver en el día ya que nos prohibieron pernoctar hasta que el tiempo se compusiera del todo.

Subimos preparados para lo peor pero el clima se portó bien con nosotros. A unos 300 metros del refugio el viento era demasiado intenso y las nubes, que nos permitieron disfrutar de los picos por un rato, comenzaban a bajar anunciando mal tiempo nuevamente. Propuse sacar la foto, saludar al refugio desde lejos y bajar al valle a la seguridad del "Refugio Carabineros".

Caminar por la montaña en pleno verano en condiciones más propias del invierno, fue toda una aventura.

Tronador, gracias por dejarnos acercarnos.

Juan Manuel Campaya

EL CIRUJANO QUE SE OPERO A SI MISMO


El cirujano que se operó a sí mismo

Una revista científica británica ha publicado la extraordinaria historia del cirujano que se operó a sí mismo, durante el invierno polar en una base antártica. Era el año 1961 y ante un ataque de apendicitis, el doctor Ivanovich Rogozov no tuvo otro remedio que abrirse el abdomen para salvar su vida. La operación se la hizo con anestesia local y un espejo que le sostenía uno de sus compañeros.
Rogozov, cirujano de una base antártica soviética, tenía solo 27 años cuando ocurrieron los hechos que publica la 'British Medical Journal'. Se había embarcado como médico a bordo de la nave Ob que lo dejó junto a un grupo de exploradores polares para instalar una base en la costa antártica Astrid Princess.

El grupo trabajó duro para cumplir su cometido, antes de que llegara el terrible invierno polar, con tempestades de nieve, heladas extremas y oscuridad absoluta. El grupo quedó aislado del resto del mundo en aquel ambiente inhóspito y salvaje hasta el regreso de la nave en diciembre del año próximo.

En abril, Rogozov comenzó sentirse mal, como escribió en su diario. Tenía naúseas, malestar general y debilidad, después aparecieron los dolores abdominales que se extendían con fiebre de casi 38º C.

El 29 de abril, el médico escribió en su cuaderno: "Parece que tengo una apendicitis, sigo tranquilo y hasta sonrío. ¿Para qué voy a asustar a mis amigos? ¿Quién podría ayudarme?".
Así el joven cirujano decidió comenzar un tratamiento a base de antibióticos y aplicaciones de frío en la zona abdominal, pero sus condiciones físicas empeoraron y empezó a tener vómitos y fiebre muy alta.

En su mente de médico se perfiló la única solución para salvarse la vida: operarse él mismo. A las dos de la madrugada del 30 de abril de 1961 comenzó la operación, probablemente la única vez que un cirujano se realiza una intervención de esta envergadura a sí mismo.

La operación

Decidió operarse sin guantes porque en una posición semisentada observar lo que estaba haciendo era difícil y tenía que fiarse del tacto. Se inflirtó procaína, un anestésico local para que le ayudará a soportar el dolor.

Después de diez minutos se hizo una incisión de 12 centímetros en el abdomen y se enfrentó a la escasa visibilidad que tiene del área. En esas condiciones tenía que alzar continuamente la cabeza para intentar ver algo, aunque tuvo que fiarse de lo que sus manos lograban sentir.

Pasaron 45 minutos de la batalla de Rogozov con su cuerpo y con la debilidad que amenazaba con dejarlo inconsciente. Perdió mucha sangre y sus asistentes le secaban el sudor preocupados ante el temor de que se desmayase. Él mientras tanto, poco a poco llegó hasta su apéndice y consiguió extirparlo.

Después se aplicó un antibiótico en la cavidad peritoneal, se cosió y terminó con la operación que duró una hora y 45 minutos. Unos días después escribía en su diario, "con horror me doy cuenta de que la apéndice tenía una mancha oscura en la base. Esto significa que un día más y se habría roto".

Después de cuatro días de fiebre, el intestino de Rogozov reaccionó y comenzó a funcionar. Se ayudó con una terapia antibiótica y dos semanas después él mismo se quitó los puntos de la sutura para comenzar su rutina diaria.

Era el 8 de mayo y el médico escribió sobre su estado de ánimo durante la operación: "No me permití pensar, era necesario armarse de coraje y apretar los dientes".

El cirujano Leonid Rogozov murió en Rusia en el 2000. Su historia ha sido contada a la publicación por su hijo que es anestesista en el Reino Unido.

Fuente: Terra Australis Incognita


ALGO MAS
Rogozov himself rejected all glorification of his deed. When thoughts like these were put to him, he usually answered with a smile and the words: "A job like any other, a life like any other”.

Rogozov ha rechazado cualquier homenaje por su acto. Cuando alguien ha propuesto algo así, normalmente respondía con una sonrisa y estas palabras: “Un trabajo como cualquiera, una vida como cualquier otra”.
(texto de British Medical Journal)

martes, 17 de agosto de 2010

ANIVERSARIO DE LA ESCUELA "17 DE AGOSTO"

Al cumplir la escuela sus 50 años, preparé estos recuerdos ….fue en el año 2.003…pido disculpas si la memoria falló un poco y llegara a existir algún ausente….pero fue hecho con amor, con mucho amor!!!

Al organizar el festejo por el cumpleaños del colegio, la idea fue: que hable una de las mas viejas.....en el establecimiento! Y una joven representante de la nueva generación de estudiantes.....
Es entonces que me senté. Abrí la inmensa caja de los recuerdos....y comenzaron los duendes a saltar a mi alrededor....
Caminamos juntos por las galerias recordando que fue un 17 de agosto de 1953 el día de la inauguración oficial de la Escuela Nacional de Comercio, en la vieja cancha de pelota a paleta del Club ferrocarriles del Estado, en la calle Mariano Moreno 532 ....
Un grupo de vecinos liderados por el entonces Director de la Escuela nacional Nº 5 Ramòn E.Mansilla, avisoraron la necesidad de una escuela secundaria en la Localidad.....Gobernaba el país el general Juan Domingo Perón.....y Puerto Deseado pertenecía a la Gobernación de la Zona Militar de Comodoro Rivadavia....Un duende me cuenta al oído que ya existían el Colegio María Auxiliadora, El Colegio salesiano San José y la Escuela Nacional Primaria Nº 5.
La instalación de la escuela de Comercio en la Cancha de pelota a paleta, pasó de provisoria a permanente: ¡20 años! …durante los diez primeros, el alquiler del predio fue pagado por el Club ferrocarriles del estado, de allì en adelante, gracias a la colaboración de la familia Huiche, la escuela pudo seguir funcionando.
LOS DUENDES, al unìsono, piden recordar los años pasados, evocando las bodas que se festejaron: ¡!las bodas de cristal!!!!! Estos 20 años en el viejo edificio, con alumnos de impecables delantales blancos, niñas de faldas y medias de seda y varones con guardapolvo,camisa y corbata. Todos sin abrigo exterior soportando bajas temperaturas en épocas de desfiles.
Los actos revestían la importancia merecida: dramatizaciones y teatro con ropas de época alternaban con recitados y poesìas. La disciplina era rígida e inapelable, la conducta de los jóvenes: respetuosa y adecuada.
El inicio de las bodas de cristal: 1953, lugar: Cancha de pelota a paleta, Director mayor Lòpez….culminaciòn: 1973 Lugar : nuevo edificio en la calle Moreno 230 Directora Esperanza de Martìnez….
¡Con qué personal contó la E.N.C.!!!!! qué vocación y amor al trabajo!!!! Sin tecnología y elementos sofisticados!!!! Los primeros en desempeñarse fueron, como profesores: Bonifacia y María del Carmen Urbano, Esperanza Dominguez de Martínez, Presbítero Manuel Molina presbítero José Dupuy, Perfecta Iñigo de López
Viviana Lugea como tesorera, Preceptora Guillermina Basanta y ordenanzas Josefa Iza y Virgilio Moratti.
A lo largo de los años la Sra Viviana Lugea fue profesora del establecimiento y más tarde directora del mismo..La Srta guillermina Basanta. Pasó a desempeñarse también como profesora......a ella se fueron sumando a traves de los años, entre otros, Lilita Cuesta ...Leonor de Tirachini, Elbe Bateman, Erica Amelung, Elenita Ockershausen, Chichita Iribarren, Hilda iribarren, Teresita Ibiricu, Brunilda Basanta...
El duende azul me dice que en la época en que Tita Conz era preceptora, el Mayor López golpeaba el piso con un palo.....para solicitar su presencia!! Qu´e época,
Época de estufas a kerosene que los chicos se encargaban de descomponer para interrumpir las clases.....
Los primeros egresados del turno diurno, 1957 fueron Josè Luis Fernàndez , Marìa Jesús Lucea, Matilde Gòmez, Anita Bain, Nèlida Rodríguez, Irma Leal, Ernesto Alì, Matilde Ciselli, Domingo Minicucci.

La Srta Nélida Rodríguez en muy breve lapso, se desempeñó como profesora del Establecimiento, y hasta el dìa de este festejo, seguimos contando con su colaboración invalorable.
El duende verde recuerda a la profesora Marta Gutierrez de Chamba....junto a ella trabajamos en la obra de teatro “Los de la mesa diez” con Mariel Leal y Beto Dominguez, alumnos y actores...cuantas anecdotas!!!! Sobre todo en las recorridas para dejarlos de nuevo en sus hogares, después de los ensayos!!!!
Presentamos la obra en el cine teatro Español ¡! Cómo disfrutamos los aplausos!!!! Qué alegría.

El duende azul recorre los grupos de egresados y nos cuenta que Raquel egresó con Francisca en el año 1968
Alicia Basanta y Ana María en 1969.
Casi al concluir estos 20 años, en el año 1972, se recibe en la escuela, la Srta Mirta Cobiella, que también con posterioridad, pasaría a formar parte de los docentes de la E.N.C.
Culminan las bodas de Cristal, año 1973, ya en el nuevo edificio, nos introducimos furtivamente en un aula, el duende amarillo nos pide que escuchemos: allì están los egresados, felices con las nuevas instalaciones, adonde se trasladaron el 19 de mayo de ese año, Silvia lotufo no para de hablar….junto a ella: Lucy Slopper, Patricio Lòpez meyer, Estela Piccinini, Pochi Vieyra, …..esbozamos una sonrisa…..ya los estamos viendo en nuestra galerìa de recuerdos Silvita y Pochy como preceptoras….los demàs como profesores….ya pertenecen definitivamente a la comunidad educativa de la E.N.C.

Por las galerìas vemos a Don Antenor Rìos, y su inseparable Benita…no son ordenanzas ni personal de maestrìa, se sienten orgullosos de que le digamos nuestros queridos porteros.
En Secretarìa sigue con su trabajo “el negro Venditti” enredado en sus números, y las novedades de OSPLAD. Ya habrá tiempo para planificar un asado de fin de año!!!!!

Desde la Direcciòn una Esperanza Martìnez, con fèrrea vocación dirige, organiza y ordena,…mezcla de sabiduría y de paz interior que transmite fortaleza!!!

El duende violeta recuerda las bodas de plata!!! Y sus ùltimos años: 1973-1978
Y con sorna nos dice: ¿alli empezaron a trabajar la generaciòn intermedia de viejos? Me sonrío cómplice y partícipe: Lucy Sloper-Alicia Basanta,Mirta Cobiella-Mabel Mansilla, Ana marìa Gallardo, Diana Cobiella, Mario Dellasanta, Matilde Woodley.
Raquel gallardo, …Acompañando este “equipo”, nuestra Frac!!! ¡”Qué tupé” Francisca, Cumplir tántos años en este colegio!!!!
El duende plateado la recuerda, circunspecta, con anteojos, los registros en la mano, rumbo a las aulas, en su tarea de preceptora…..luego lidiarìa con nuestras presentaciones, declaraciones y movimientos desde secretaría.
Mirta y Diana, le cuentan a los duendes que los mejores recuerdos están siempre en las aulas, junto a los alumnos…..que acompañaron en todo momento las presentaciones y trabajos del CRA. Concursos literarios como el de la Fundación Borges y el de la Fundación Givré.
Ana Marìa siempre compañera y colaboradora….Lucy con sus rabietas de los ùltimos años….adónde estarán sus lapiceras!!!! Mario, al que debíamos recordarle siempre las reuniones de personal y de departamento!!! Nos indicaba el camino de “la computación” como herramienta de trabajo!..Alicia con la que preparamos las primeras clases acerca de la O.I.T “cache de por medio”
Mabel a la que recurrÍamos siempre, en trabajos de prolijidad y hermosa letra junto con Lucy!! Raquel en su puesto de pro-Secretaria, un cargo en el que entraba TODO!!
Trompetas especiales para 1974!!!! Se crea el turno nocturno de la Escuela !!!
…el duende tornasolado me dice al oìdo….te estrenaste con este grupo!!!!???
¡qué orgullo!!! Que maravilla de alumnos!!!! Fueron sus primeros egresados, año 1977: :
Delia Fernández, Haidee Fernández, María Kelez,
Blanca Mercerat, Palmira Naves, Telma Nuñez, Haydee Ponte, Valeriano Ayuso,
Luis Brunetti, Miguel Cano, Serafín Carrizo, Alberto Cicchinelli, Hector Espindola, Sergio Gonzàlez, Juan Jose Junyent, Ramón Rodríguez, Juan Carlos Toledo y Pedro Urbano… realmente ¡un equipo de primera!!!!
En los primeros años seguía en la Dirección Doña esperanza!!! Reemplazada posteriormente por Viviana Lugea y Elenita Okerhausen, excelente profesora, buena Directora y mejor persona…..
El duende azul acota que en 1974 egresa Elba Echandi a cargo de Tesorería escuchando nuestras quejas y haciendo nuestros reclamos! y en 1976 egresa Dorita Remolcoy la de la dulce sonrisa, preceptora tambièn durante años!!!

A alguno de nosotros nos arrancaron de las aulas que tanto amábamos, para arrinconarnos en otros puestos, y allí seguimos, poniendo nuestro granito de arena, con mucho o con poco…fortaleciendo los cimientos de nuestra querida escuela….!
Êramos un sólo equipo de docentes, que desarrollaban sus actividades en los dos turnos….todavía eran los tiempos en que nos permitíamos recordar el dia del maestro, todos los docentes juntos!!!! En reuniones hermosísimas, como “las mil y una noches” en que consistìan? Le ponìamos nombre a la noche y todos debían disfrasarse en base a ese nombre. Otro? “ viaje alrededor del mundo” …generalmente en el”motel municipal”, hoy hotel Los Acantilados, también nos reunìamos a festejar el cumpleaños de alguien, o juntábamos para regalarle algo a la compañera que habìa sido mamá

1982: la guerra de Malvinas...esta escuela fue un centro de auxilio y asistencia...algunos docentes llevábamos a nuestras casas a soldados pertenecientes al Aviso Sobral, que necesitaban comunicarse con sus familias....Compartimos momentos muy emotivos!!!
En ese mismo 1982 egresan del colegio Marcela Marino, Melba Ortega, María Belén Vázquez, las que en pocos años , estuvieron al frente de las aulas como profesoras.
En 1983 egresa Cristina Basualdo, nuestra compañera en preceptoría, en donde se inicia en el año 1989.
Isabel Grant también fue egresada de nuestro colegio y hoy se desempeña como profesora de Inglés y Sandrita Huiche, también alumna de este establecimiento Atiende con denuedo, mientras estudia para seguir perfeccionandose, la biblioteca del colegio.

El duende dormilón recuerda los 30 años del Colegio….1983, con el retorno de la democracia, encontramos a Diana Cobiella en la Direcciòn….(1981-1985) Recuerdo los preparativos para el viaje provincial de estudios a Córdoba…..nos preparó un itinerario para solucionar posibles problemas …hablando con todas las Direcciones de Turismo….
A nuestro regreso, presentamos un informe con galería de más de 600 fotos , visitas e informes, material y diapositivas….parte del grupo que viajó: nuestros egresados del centenario del Pueblo ….1984….Turno Diurno y Nocturno….junto con el Colegio salesiano San josè.
1983…y llegan del Litoral Griselda y Anibal …el matrimonio de la Cruz, que se unieron al grupo, aportando lo suyo, con un bagaje de ilusiones y proyectos, lo mismo que Milena, con sus mapas conceptuales, que nos regalara a los alumnos y a todos nosotros, el grupo ACES Asociación cientifica de estudiantes secundarios…..con tantos trabajos, presentaciones y realizaciones juveniles.
En 1980 se inicia como profesor de Educación Fìsica, nuestro compañero Luis medina…como papás lo retábamos cuando se olvidaba de avisarle a los alumnos (a veces nuestros hijos), que no habría clase de gimnasia….luego como vicerrector nos tenía cortitos mandándonos a trabajar al toque de timbre!!!! Hoy lo volvemos loco pidiéndole cosas para el colegio desde su cargo de Concejal ¡!.


En 1983, comienza a dar clases la profesora Cristina Alegre, que fuera también alumna de este establecimiento. Trabajaba con los alumnos en hermosos dibujos.
En 1985 Anibal ya era Director, durante el período de su Dirección, que dura hasta
1995.... llegó hasta Deseado el volcan Hudson....13 de Agosto de 1991....nos cambió la vida!!!! Ese año un grupo minúsculo decidimos hacer igual el acto del 17 de Agosto!!! Con barbijos y circunspectos..recordamos la fecha!!!
También en ese período se trabajó codo a codo con la promoción que egresó en 1992...los egresados de las cenizas...como ellos mismos se llamaron...y que lo recordaba su souvenier!!! Estos jóvenes trabajaron en 3º, 4º y 5º año para el colegio, repartiendo con cooperadora la mitad de las entradas que sacaban en los bailes que realizaban en el establecimiento…..ni les cuento el éxito! Cerraban Jakaroe y el otro boliche, debido a que el colegio se llenaba. Se juntó mucho dinero, y en combinación con Cooperadora y el agregado de unos fondos que llegaron de Arquitectura....hicieron que se transformara el cantero de entrada, en el que jamás pudimos hacer crecer una flor en la nueva preceptoría, para poder controlar mejor a los alumnos que entraban y salían... la vieja sala de música con sus puertas plegadizas...fue la nueva sala de computación...compramos las primeras computadoras y las sillas que todavia existen, gracias al acondicionamiento de nuestras queridas ordenanzas...
A Anibal también le tocó lidiar con la colocación del techo......y en su parte posterior, con la ayuda de aquellos jóvenes vencer a las goteras con la colocación
de membranas....se hacía todo lo que se podía!!!!La profesora Alicia Basanta le cuenta a los duendes que estos jovenes tambien trabajaron colaborando con el Hospital por los problemas de las cenizas....
En ese mismo año 1992 comienza a dar clases la ex alumna Bettina Silva...compañera de cursos y viajes.... hoy a cargo de la tarea de ayudante de
Laboratorio.
En 1986 comienza a dar clases en la escuela nuestra actual rectora (desde 1995),la profesora Elizabeth Weber, en el àrea de Lengua y literatura., no la dejamos jubilarse!!!! Pobre!!!Tendrá que aguantarnos un poco más!!!!


No recuerdo el año, por la costumbre de no dejar nada escrito, pero preparamos un programa en televisión; “Por amor a mi escuela”. Alla nació el primer telebingo, era parecido. Hacíamos boletas con casilleros, la gente anotaba 6 números en ellos, se quedaba con una copia.
Teníamos la colaboración del alumno Beber, del señor Giovanonni y otros para poder tipiar en las computadoras todas las boletas….luego gracias a un programa, sabíamos cuál era la boleta ganadora….esto se combinaba con cuadros…bailes … poemas que se preparaban con los alumnos para que no fuera sólo el sorteo…de paso atendíamos el teléfono para recibir donaciones hasta de bloques, todo gracias a la inestimable colaboración de Pepe Martínez,Héctor Crucih, Alejandro Crucich, (Que hacía de SUSANO) y de Alejandro Tirachini, siempre a nuestro lado!!!!
El duende naranja recuerda que uno de los cuadros era un cuento de Caperucita Roja representado nada menos que por Miguel Muñiz!!! Se hizo entre los árboles de la Nº 5, el leñador era el alumno “el paton Vila” espectacular!!!

El duende contable nos recuerda que en 1990 Comienza a dar clase la profesora Clara barraza.....se hace cargo de las nuevas materias del área económico contable y empiezan a funcionar los talleres de práctica profesionales que conocíamos comunmente como pasantías ....los jóvenes conocen en la práctica lo aprendido en teoría.....Clara es actualmente la Rectora del Colegio nocturno EDJA polimodal Nº 18 que se desanexara del Colegio Comercial
Junto con las pasantías, aunque éstas llegaron después, teníamos los Gabinetes contables, en donde los chicos armaban su empresa, y trabajaban en la práctica , lo que habían visto en teoría. Posteriormente se me ocurrió hacer la expo-empresa bastante similar ; exponían la empresa que habían formado, con dinero fotocopiado armábamos un Banco a la entrada, en el que los padres debían pedir un préstamo y luego con ese dinero compraban…los locales que más éxito tenían eran las panaderías, ya que gracias a la colaboración de Panadería La Unión, vendíamos facturas de verdad!!!. Los alumnos debían hacer sus registros, arqueos de caja, cálculo de ganancias etc. como aprendían!!!!

Ya en 1991 contamos con el ordenanza payador.....que cuando estamos tristes nos dedica alguna canción Hector Cárdenas!!!! Todo un caso!!!!
Tuvimos un alumno que en carrera vertiginosa pasa de ser alumno a profesor....
Pablito Pérez, el profesor múltiple que con gran esfuerzo se recibe de Licenciado en Política...que también se multiplica para colaborar aquí y allá.
Que semillero!!! Pisan nuestras huellas...siguen adelante con la tarea bellísima de enseñar....

Nos acercamos así a la transferencia de la escuela de la órbita Nacional a la órbita provincial.....corría el año 1993......ya ingresaban al establecimiento un ramillete de nuevos profesores, de sangre joven....
Comienzan nuevos recuerdos....atesorados en otros cofres....que alguien no tan viejo se encargará de abrir.....deseos de felicidad para todos y que esta fecha siempre nos encuentre unidos ... y ojala que los mas jóvenes puedan decir como nosotros: MISION CUMPLIDA!!!


Se produjeron cambios desde ese 2003 a nuestro 2010…
Nuestra actual Rectora es la Profesora Clara Barraza…El edificio cambió su fisonomía, Sandra Huiche se recibió con esfuerzo, de Bibliotecaria, mientras trabajaba. Nuestra compañera Cristina Basualdo, reemplazó a Franc en Secretaría, con su eficiencia acostumbrada.La Señora Elizabeth Weber se jubiló, Ana María Gallardo, Alicia Basanta, Mario Dellasanta, Mirta Cobiella, Francisca Echandi, Lucy Sloper, Raquel Gallardo, se jubilaron actualmente. Osvaldo Tola colabora multiplicándose en Biblioteca.Yo sigo aquí en el colegio…me verán muy joven???? Agradezco a todos los que colaboraron en nuestra tarea…ésta que es: la vocación DEL AMOR!!!

Matilde Woodley

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