sábado, 15 de noviembre de 2008

LETRAS DE HUGO GIMENEZ AGUERO/ HUELLA DE AMOR

HUELLA DE AMOR
Huella
Que paloma viajera
Surcaba en el cielo
De aquella tarde
Cuando me fui del pago
Serrano y verde
De mi Barlcarce
Con un par de Alas nuevas
Levante vuelo
Y fue mia la huella
Con las estrellas
Del ancho cielo
Y conoci la nieve
Con sus escarchas
Y una luna tan bella
Que me emborracha
Un cerro majestuoso
Un glaciar azulado
Y un corazón abierto
Por el desierto
Y enamorado
Laralailaralairala
Laralailara
Y un corazón abierto
Por el desierto
Y enamorado

Que buscaban mis ojos
Por la cosecha
Delos caminos
Que querían mis sueños
Cuando eran dueños
De mi destino
Enancada en el viento
Y en mansas gloria
Se apareció en mi vida
Con su grandeza
La Patagonia
Y me entregue a esta tierra
Pero no olvido
La ciudad de Balcarce
Donde he nacido
Y si hoy soy de estos pagos
Donde al fin he crecido
Mi corazón abierto
Por el desierto
Lo he decidido.
Laralailaralairala
Laralailara
Donde al fin he crecido
Mi corazón abierto
Por el desierto
Lo he decidido.


Información y contrataciones: www.hugogimenezaguero.com.ar

HUGO GIMENEZ AGUERO, CANTO DE RAIZ PATAGONICA

HUGO GIMENEZ AGUERO


CANTO DE RAIZ PATAGONICA


Hijo de Vicente y Lorenza Agüero, oriundo de Balcarce (Prov. de Bs. As.), nacido el 25 de Agosto de 1944, pero fiel a su ferviente apego a la Patagonia adoptiva, dice que es de Río Gallegos, porque expresa: “Nacer en un lugar es un accidente, ser de un lugar es una decisión de amor”.
Fue el quinto de ocho hermanos y se llamó Hugo Jorge Giménez. El Agüero fue adosado a su identidad cantora como homenaje filial a Doña Lorenza.
Hugo Giménez Agüero dice no saber exactamente de donde viene su pertenencia al canto y a la música, pero, recuerda que de chiquito (tres años) ensayaba los primeros sonidos de su pequeña voz, cosas como “La vieja serenata” o “Al pié de tu reja”, con una guitarra de juguete, se presentaba en el comedor de la casa paterna. Cantó en los actos escolares y en improvisados “recitales” en los galpones, rodeado de sus compañeritos de entonces.
A eso de los doce años, escribió su primera canción como jugando.
Su otra pasión, la locución. recuerda que “desde chico hacía locución con una latita de conservas e imitaba números de circo” cree haber sido artista antes que cantor. Con el correr de tiempo aparecieron otras cosas: zambas, milongas, “cosas que componía”.
A los 16 se fue de Balcarce. El primer punto de aventura fue Montevideo y luego la provincia de Buenos Aires, con la guitarra a cuestas y su primer encuentro con el público. en el 62, los esbozos de una carrera profesional se dieron con un trío: “Los Reseros”, que Hugo integró junto a Garrido y Cruz. Las presentaciones fueron hasta el ´64, cuando le tocó el servicio militar. La “colimba” fue en Río Gallegos. Allí fue la revelación de un mundo que lo marcaría para siempre: LA PATAGONIA, dice: “Ahí me quedé para siempre” y agrega: “ahí nací de nuevo, crecí como persona, como hombre. Siempre estoy mirando al Sur. creo que el sur es un lugar que cuando lo conocés, te hace parir. Es como si tuvieras el hijo de la raíz”. “Ser de Santa Cruz es un orgullo y una decisión propia”.
En el viaje hacia Santa Cruz nació su primera canción con temática patagónica. se llamó “Por el Sur de Piedra Buena”. Corría el año 1965.
En Santa Cruz comienza su otra profesión, la locución en L.U.12 Radio Río Gallegos. En 1966 comienza en L.U.14 Radio Provincia de Santa Cruz, la emisora oficial. También con mucho éxito realiza un programa de tango en televisión.
Mientras seguía componiendo temas para Santa Cruz, primero con ritmos de baladas o canciones, hasta que comienza a investigar la flora, fauna , costumbres de la gente del Sur. Había mucho y muy rico, pero le faltaba “el ritmo”, hasta que conoció a Oscar Giménez, un músico que recopilaba ritmos tehuelches por toda la Patagonia y a travez de sus cintas descubre la belleza de los ritmos indígenas. “Los paso a la guitarra, le pongo mi propia creación y empiezo a componer poesía referente a Santa Cruz”. Así el cantor empieza a insertarse en el mundo tehuelche..
Por esos tiempos aparece en su vida el estudioso Mario Echeverría Baleta, quien le enseña la lengua tehuelche. “Me enseñó también cada uno de los picaderos de flechas, cada uno de los asentamientos indígenas y los nombres de las plantas, arbustos e hierbas de Santa Cruz”, recuerda. Nace entonces uno de sus clásicos: Malambo Blanco.
Ganando para siempre en esta cosmovisión patagónica decide intensificar sus conocimientos. Es entonces cuando conoce a quien fuera uno de sus grandes amigos, un tehuelche llamado Maguer Cuaterno, uno de los últimos indígenas de esa raza. Con él comparte un viaje junto a su otro gran amigo Mario Guatti, con quienes recorre casi todo el territorio santacruceño, donde toma contacto con otras personalidades de esa raza, como Rosa Vargas, o don Rinahuel, entre otros.
Fueron treinta días vertiginosos de silencios que envolvían los climas y paisajes del sur, fueron treinta días de palabras en tehuelche. “Me enseñó a vivir la Patagonia, a conocerla”. Corría el año 1980. “Así fue como enriquecí mi obra”,“Empecé a cantar la lengua tehuelche” cuenta Hugo. Las chorrilleras, la milonga andina, el kaani, el malambo sureño, ya formaban parte de su canto.

Y ahora Buenos Aires y el canto de la Patagonia
En 1975 se traslada a Capital Federal, algo inevitable para todos los artistas: “Golpearse en Bs. As. era crecer” más aún tratando de mostrar algo nuevo y totalmente desconocido para el público de la Capital. Así es como, casi todos, hace todas las peñas y menciona una: La Salamanca, “ese fue un lugar inolvidable, donde la gente escucha al artista y éste crece con el público”. También paseó su canto por Universidades y circuitos turísticos. Por supuesto que no faltaban festivales y su favorito: Pico Truncado en Santa Cruz, festival que lo vió como animador, durmiendo al aire libre y años después con la guitarra y el decir patagónico, ya artista consagrado.
1982 lo recibe el escenario mayor, el FESTIVAL DE COSQUIN, tan ansiado para todo artista folklórico, y es distinguido con la mención a la autenticidad y Consagración COSQUIN 1982. En esa misma edición es designada revelación la Sra. Marta Pirén con: “Chalten”.
Pero antes, en 1979, tiene su primera posibilidad de llegar al sueño de un disco, y lo tuvo a través de Teodoro Cuenca y su sello “SONORO S.A.”, Hugo Giménez Agüero costeó los gastos de grabación y finalmente salió a la calle “Al Sur Santa Cruz” y poco después “Desde la Patagonia Austral”.
Pero este inquieto artista se dio cuenta de que el camino de su obra era a través de la autogestión. Formó entonces su propio sello discográfico: “NA-QUEL” y comienza su producción hasta el año 1996, ya que después sigue produciendo con otras compañías discográficas como SONY, EPSA, GLD, PHONOPAY, llegando a la fecha (dic.2007) al la obra Nº 20 de su carrera.

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