Leyendas, historia, testimonios, personajes, fauna, flora, temas ambientales, viajeros, cuentos y poemas de Puerto Deseado y la Patagonia Argentina. Consultas, comentarios y colaboraciones a deseadorevista@yahoo.com.ar
sábado, 28 de septiembre de 2013
RECUERDOS DE LA LEONESA, LA ABUELA JULIA Y EL 25 DE MAYO
Recuerdo los actos del 25 de mayo, con el guardapolvo blanco, medias 3/4 (las chicas con pollera) y sin abrigo sobre el guardapolvo....en la plaza, la escuela que llegaba primero se ubicaba adonde daba el sol, qué frío!!!! y se sucedían los discursos de civiles, militares y recitados de escolares, pero cómo se nos entibiaba el alma a los nietos de la abuela Julia. El aroma del asado al asador en La Leonesa para festejar su cumpleaños, llegaba hasta la plaza, y nos hacía pensar en la reunión familiar después del acto, con todos los primos, tios y hasta algunos vecinos...la diversión comenzaba al mediodìía y se prolongaba hasta después de la cena. Qué lindas vivencias compartidas en una familia muy numerosa! Por suerte estos encuentros se prolongaron en el tiempo, y ya adulta aunque también con el guardapolvo blanco, (sin las medias 3/4) seguí compartiendo el cumpleaños de la Patria con el de mi abuela Julia, uno en la plaza y el otro en La Leonesa.
Dora Manildo López
Dora Manildo López
UNA REFLEXION SOBRE LOS CAFES LITERARIOS EN PUERTO DESEADO
Marche un café literario!
La expresión "velada literaria" parecía evocar aquellas "veladas paquetas" que ironizaban en la tele de los ochenta los famosos cómicos uruguayos. Inclusive, seguramente, generó en algunos el prejuicio de que se trataba de actos académicos a los que sólo tendrían acceso grandes literatos. Eso llevó a los organizadores a simplificar la denominación. Ahora es "café literario". El café, como el mate, nos hermana, nos predispone a la charla, a quedarnos un rato en un lugar, en tiempos en que siempre estamos saliendo a toda velocidad de todas partes. Y el mate también circula, igualador y democrático, estimulante para la mente y el alma.
Lo cierto es que desde hace varios años la Comisión de Amigos de la Biblioteca promueve estos encuentros, una vez al mes, con entrada libre, y como un ejercicio de escucha poco común, con reglas no escritas que se cumplen porque sí, por respeto al otro, para que el otro nos respete, porque a eso fuimos. Entonces, aunque el otro no comulgue con mis ideas políticas, religiosas o no tengamos mucho trato en la vida cotidiana, sigo su lectura y aprendo cosas que nunca hubiera pensado aprender, o redescubro autores que había olvidado, o encuentro nombres de poetas, ensayistas o novelistas ilustremente desconocidos que tal vez nunca sepan que sus textos están siendo recreados en un rinconcito del mundo del que posiblemente no tengan ninguna noticia. A veces, cuando consigo el correo electrónico de alguno de ellos, intento que conozcan esta antigua y moderna forma de contacto con los libros, las canciones y la aventura literaria en general, y se sorprenden notablemente.
El café literario es un espectáculo donde el escenario está en cualquier lugar, porque todos son actores y espectadores durante dos o tres horas. Personas de las que conocemos muy poco emergen como hábiles comunicadores de sentimientos, historias, recuerdos y palabras propias y ajenas. Algunos aparecen con gruesos tomos amarillentos y otros con algunas hojas manuscritas escondidas desde vaya a saber uno cuántos años. En cada reunión aparecen quienes sólo escuchan y prometen que en alguna próxima leerán algo. Saben que pueden hacerlo, o no. Sin presiones ni insistencias emergen muchos talentos y muchas inquietudes. Los que pensaban que iban a ser víctimas de alguna insistencia encuentran un marco de respeto que los libera de tener que vencer su timidez o sus límites personales. Sólo lee quien está dispuesto a leer, y sólo lee lo que quiere leer.
El tiempo no está marcado por un reloj con agujas sino por el reloj biológico que marca la hora del cansancio físico o mental y, como toda reunión espontánea, no termina con un timbre sino con el paulatino éxodo de los participantes. A veces, quedan pocos, y otras veces, todos resisten hasta el final.
Se luce más la lectura que los lectores, nadie se lleva ningunos laureles, no es una sala de debates, ni un tribunal, y los errores que cada uno puede cometer jamás son motivo de bromas pesadas, como puede ocurrir a veces en la vida real o en los medios de comunicación. Las equivocaciones del otro serán, dentro de unos minutos, mis propias equivocaciones, y la inspiración de cada uno varía entre uno y otro encuentro, por lo que a veces hasta los silencios y las pausas expresan cosas valiosas.
El café literario, al menos en esta versión deseadense, es una reunión de gente común que tiene una pasión en común, la lectura, y que decide concretar en público un acto tan íntimo como pasar sus ojos sobre un papel y revelar sus más secretos sentimientos al decir en voz alta lo que esa hoja contiene. La elección previa del texto es un ceremonial parecido a la búsqueda de la ropa para concurrir a una cita. O a una reunión de negocios... eso es. Un espacio donde se comparten monedas del alma, el trueque se hace con billetes de la imaginación, y cada uno se lleva en un bolsillo inexistente tesoros que nunca se van a devaluar.
Mario dos Santos Lopes
La expresión "velada literaria" parecía evocar aquellas "veladas paquetas" que ironizaban en la tele de los ochenta los famosos cómicos uruguayos. Inclusive, seguramente, generó en algunos el prejuicio de que se trataba de actos académicos a los que sólo tendrían acceso grandes literatos. Eso llevó a los organizadores a simplificar la denominación. Ahora es "café literario". El café, como el mate, nos hermana, nos predispone a la charla, a quedarnos un rato en un lugar, en tiempos en que siempre estamos saliendo a toda velocidad de todas partes. Y el mate también circula, igualador y democrático, estimulante para la mente y el alma.
Lo cierto es que desde hace varios años la Comisión de Amigos de la Biblioteca promueve estos encuentros, una vez al mes, con entrada libre, y como un ejercicio de escucha poco común, con reglas no escritas que se cumplen porque sí, por respeto al otro, para que el otro nos respete, porque a eso fuimos. Entonces, aunque el otro no comulgue con mis ideas políticas, religiosas o no tengamos mucho trato en la vida cotidiana, sigo su lectura y aprendo cosas que nunca hubiera pensado aprender, o redescubro autores que había olvidado, o encuentro nombres de poetas, ensayistas o novelistas ilustremente desconocidos que tal vez nunca sepan que sus textos están siendo recreados en un rinconcito del mundo del que posiblemente no tengan ninguna noticia. A veces, cuando consigo el correo electrónico de alguno de ellos, intento que conozcan esta antigua y moderna forma de contacto con los libros, las canciones y la aventura literaria en general, y se sorprenden notablemente.
El café literario es un espectáculo donde el escenario está en cualquier lugar, porque todos son actores y espectadores durante dos o tres horas. Personas de las que conocemos muy poco emergen como hábiles comunicadores de sentimientos, historias, recuerdos y palabras propias y ajenas. Algunos aparecen con gruesos tomos amarillentos y otros con algunas hojas manuscritas escondidas desde vaya a saber uno cuántos años. En cada reunión aparecen quienes sólo escuchan y prometen que en alguna próxima leerán algo. Saben que pueden hacerlo, o no. Sin presiones ni insistencias emergen muchos talentos y muchas inquietudes. Los que pensaban que iban a ser víctimas de alguna insistencia encuentran un marco de respeto que los libera de tener que vencer su timidez o sus límites personales. Sólo lee quien está dispuesto a leer, y sólo lee lo que quiere leer.
El tiempo no está marcado por un reloj con agujas sino por el reloj biológico que marca la hora del cansancio físico o mental y, como toda reunión espontánea, no termina con un timbre sino con el paulatino éxodo de los participantes. A veces, quedan pocos, y otras veces, todos resisten hasta el final.
Se luce más la lectura que los lectores, nadie se lleva ningunos laureles, no es una sala de debates, ni un tribunal, y los errores que cada uno puede cometer jamás son motivo de bromas pesadas, como puede ocurrir a veces en la vida real o en los medios de comunicación. Las equivocaciones del otro serán, dentro de unos minutos, mis propias equivocaciones, y la inspiración de cada uno varía entre uno y otro encuentro, por lo que a veces hasta los silencios y las pausas expresan cosas valiosas.
El café literario, al menos en esta versión deseadense, es una reunión de gente común que tiene una pasión en común, la lectura, y que decide concretar en público un acto tan íntimo como pasar sus ojos sobre un papel y revelar sus más secretos sentimientos al decir en voz alta lo que esa hoja contiene. La elección previa del texto es un ceremonial parecido a la búsqueda de la ropa para concurrir a una cita. O a una reunión de negocios... eso es. Un espacio donde se comparten monedas del alma, el trueque se hace con billetes de la imaginación, y cada uno se lleva en un bolsillo inexistente tesoros que nunca se van a devaluar.
Mario dos Santos Lopes
lunes, 9 de septiembre de 2013
RECUERDOS DEL PRESENTE: SOFIA CASAS
María Sofía Casas
No recuerdo cómo fue que nos conocimos pero en el año 2002 armamos un programa de radio. La brecha de treinta años entre nosotros hizo de aquel "Aire libre" que conducíamos los sábados en FM Dimensión algo raro y divertido. Ella traía sus recetas, que había experimentado previamente, y sus libretos, prolijamente organizados, y tropezaba con mi absoluto desorden. Acordamos que elegiríamos un tema cada uno, alternativamente. Ella con Britney Spears y yo con Dyango... toda una mezcla. "Esos son los temas que le gustan a mi mamá", me decía con su voz algo áspera.
En uno de esos programas, sin saber para quién era, le pedí que grabara un saludo que, cassette mediante, viajó a Bahía Blanca porque estaba destinado a Gaby, a quien yo estaba conociendo por esos días.
Algunos de esos sábados, cuando no hacía mucho frío, caminamos esas dos cuadras que separaban a la emisora de su casa. Me hablaba de mitología griega, de sus proyectos, de las ideas que poblaban su mente. Cuando le pregunté quiénes eran sus ídolos, me dijo que no tenía. "Prefiero no tenerlos, porque si mi ídolo se cae, yo me caería con él", me respondió.
Me acompaño en la entrevista con Sergio Denis y lo hizo reir cuando le preguntó por su única película "Me enamoré sin darme cuenta". El cantante la trató con gran amabilidad y se sorprendió por sus preguntas.
Una noche la invité a jugar al jenga en "Viernes de Café". Fue una noche maravillosa, donde la charla fluyó sin interrupciones, donde la temida tos estuvo ausente, y hablamos mucho del futuro. Esa noche la conocieron mis suegros Lucy y Luis, y vieron en ella ese ser luminoso que siempre estará en nuestros pensamientos.
Nuestra querida Sofía nos distinguió invitándonos a la fiesta de sus quince años. Fuimos parte de su vida, de sus afectos. Supimos y sabemos que ella tenía una misión en la tierra, y ella también lo sabía. Y estoy seguro que la cumplió cabalmente.
Mario dos Santos Lopes
No recuerdo cómo fue que nos conocimos pero en el año 2002 armamos un programa de radio. La brecha de treinta años entre nosotros hizo de aquel "Aire libre" que conducíamos los sábados en FM Dimensión algo raro y divertido. Ella traía sus recetas, que había experimentado previamente, y sus libretos, prolijamente organizados, y tropezaba con mi absoluto desorden. Acordamos que elegiríamos un tema cada uno, alternativamente. Ella con Britney Spears y yo con Dyango... toda una mezcla. "Esos son los temas que le gustan a mi mamá", me decía con su voz algo áspera.
En uno de esos programas, sin saber para quién era, le pedí que grabara un saludo que, cassette mediante, viajó a Bahía Blanca porque estaba destinado a Gaby, a quien yo estaba conociendo por esos días.
Algunos de esos sábados, cuando no hacía mucho frío, caminamos esas dos cuadras que separaban a la emisora de su casa. Me hablaba de mitología griega, de sus proyectos, de las ideas que poblaban su mente. Cuando le pregunté quiénes eran sus ídolos, me dijo que no tenía. "Prefiero no tenerlos, porque si mi ídolo se cae, yo me caería con él", me respondió.
Me acompaño en la entrevista con Sergio Denis y lo hizo reir cuando le preguntó por su única película "Me enamoré sin darme cuenta". El cantante la trató con gran amabilidad y se sorprendió por sus preguntas.
Una noche la invité a jugar al jenga en "Viernes de Café". Fue una noche maravillosa, donde la charla fluyó sin interrupciones, donde la temida tos estuvo ausente, y hablamos mucho del futuro. Esa noche la conocieron mis suegros Lucy y Luis, y vieron en ella ese ser luminoso que siempre estará en nuestros pensamientos.
Nuestra querida Sofía nos distinguió invitándonos a la fiesta de sus quince años. Fuimos parte de su vida, de sus afectos. Supimos y sabemos que ella tenía una misión en la tierra, y ella también lo sabía. Y estoy seguro que la cumplió cabalmente.
Mario dos Santos Lopes
Un texto de José Koltun en homenaje a Mario Brozoski
COMPARTIENDO CAMINOS Y CANSANCIOS
¡ Hola! ¡ Hola, Mario, querido hermano!
Quería compartirte un pedacito nomás de un periódico:” . . . en horas de la tarde del pasado martes 18 de noviembre toda la ciudad de Puerto Deseado se conmocionó por la trágica desaparición del joven buzo Mario Oscar Brozoski. La helice del barco ...”
¡ bah! ¿ Para que seguir contandote cosas que muy bien sabés?
Nos dejaste mal, hermano,¡ fue todo tan rápido! Y esta comunidad ¡ te quería tanto!
Esa noche del martes me fui a dormir con mucha tristeza e impotencia.
Y se me dio por fantasear.
Fantaseaba que era yo quien estaba trabajando en el casco del barco.
Y me imaginé que estaba realizando el trabajo, cerquita de la hélice. Y la marea, bajante, me arrastraba un poco. De repente me sentí como “chupado”…
Tuve una breve sensación de miedo. Solo sentí un fuerte golpe. Nada más.
Y ya me ví del otro lado de la hélice.
Y lo primero que noté fue un cuerpo de carne y hueso desecho. Curiosamente noté que era mi cuerpo.
Mirando ese cuerpo ya subí a la superficie. Y desde allí ví las primeras corridas. Y la angustia de los primeros.
Enseguidita ví y oí como la noticia corría de boca en boca.
De a ratos volvía a mirar el barco, con su hélice y rastros de los que había sido mi cuerpo de carne y hueso. De a ratos veía llegar la gente y que lloraba.
En ese momento comprendí como mis primeros meses de vida habían sido dentro de mamá . Y que llegó el día en que tuve que dejar el útero y placenta para poder disfrutar de una vida más perfecta y libre.
Y ahora fue necesario dejar un cuerpo de carne y hueso para pasar a otro estado más pleno de mi misma vida.
Bueno, Mario, hermano, esto es lo que estuve fantaseando la noche del martes.
Cuando nos veamos quisiera me compartas si me aproximé a la realidad, ¿si?.- Después volví aca.
Y como estaba acostado en la misma cama que utilizaron mis colegas Aldo Cánepa y Tarcisio Fantín, me quede pensando de cómo pasaría yo. Un tiro? Un cable eléctrico? Una hélice? Un quirófano? ¡ Vaya a saber!
De todos modos en ese momento me nació una profunda paz.
Y un inmenso deseo de amar y entregarme, o sea, de disfrutar muchísimo del tiempo contado en que mi vida está en un cuerpo de carne y hueso, así como esta misma vida antes estuvo contenida por el útero de mamá y alimentado de la placenta.
Mario, mientras nos esperas ¿ tendrás unos mates listos, para recibirnos?
De paso ayudanos a que la copa, la videocassetera, las cortinas del living, el tapizado del auto, la chequera, . . . ( que otras cosas quisieras enumerar?)
De paso ayudanos a que no olvidemos nuestro destino de caminantes pretendiendo instalarnos a la orilla del camino.
Mario, querido hermano:
Ya dejo de escribirte palabras, me cruzo hasta la ría para seguir charlando con vos y con nuestro Dios Papá que nos invitó a su fiesta.
Otro abrazo. Tu hermano de un tramito de camino. Jose.
Pbro. Jose Koltun
Párroco
Semanario EL ORDEN
¡ Hola! ¡ Hola, Mario, querido hermano!
Quería compartirte un pedacito nomás de un periódico:” . . . en horas de la tarde del pasado martes 18 de noviembre toda la ciudad de Puerto Deseado se conmocionó por la trágica desaparición del joven buzo Mario Oscar Brozoski. La helice del barco ...”
¡ bah! ¿ Para que seguir contandote cosas que muy bien sabés?
Nos dejaste mal, hermano,¡ fue todo tan rápido! Y esta comunidad ¡ te quería tanto!
Esa noche del martes me fui a dormir con mucha tristeza e impotencia.
Y se me dio por fantasear.
Fantaseaba que era yo quien estaba trabajando en el casco del barco.
Y me imaginé que estaba realizando el trabajo, cerquita de la hélice. Y la marea, bajante, me arrastraba un poco. De repente me sentí como “chupado”…
Tuve una breve sensación de miedo. Solo sentí un fuerte golpe. Nada más.
Y ya me ví del otro lado de la hélice.
Y lo primero que noté fue un cuerpo de carne y hueso desecho. Curiosamente noté que era mi cuerpo.
Mirando ese cuerpo ya subí a la superficie. Y desde allí ví las primeras corridas. Y la angustia de los primeros.
Enseguidita ví y oí como la noticia corría de boca en boca.
De a ratos volvía a mirar el barco, con su hélice y rastros de los que había sido mi cuerpo de carne y hueso. De a ratos veía llegar la gente y que lloraba.
En ese momento comprendí como mis primeros meses de vida habían sido dentro de mamá . Y que llegó el día en que tuve que dejar el útero y placenta para poder disfrutar de una vida más perfecta y libre.
Y ahora fue necesario dejar un cuerpo de carne y hueso para pasar a otro estado más pleno de mi misma vida.
Bueno, Mario, hermano, esto es lo que estuve fantaseando la noche del martes.
Cuando nos veamos quisiera me compartas si me aproximé a la realidad, ¿si?.- Después volví aca.
Y como estaba acostado en la misma cama que utilizaron mis colegas Aldo Cánepa y Tarcisio Fantín, me quede pensando de cómo pasaría yo. Un tiro? Un cable eléctrico? Una hélice? Un quirófano? ¡ Vaya a saber!
De todos modos en ese momento me nació una profunda paz.
Y un inmenso deseo de amar y entregarme, o sea, de disfrutar muchísimo del tiempo contado en que mi vida está en un cuerpo de carne y hueso, así como esta misma vida antes estuvo contenida por el útero de mamá y alimentado de la placenta.
Mario, mientras nos esperas ¿ tendrás unos mates listos, para recibirnos?
De paso ayudanos a que la copa, la videocassetera, las cortinas del living, el tapizado del auto, la chequera, . . . ( que otras cosas quisieras enumerar?)
De paso ayudanos a que no olvidemos nuestro destino de caminantes pretendiendo instalarnos a la orilla del camino.
Mario, querido hermano:
Ya dejo de escribirte palabras, me cruzo hasta la ría para seguir charlando con vos y con nuestro Dios Papá que nos invitó a su fiesta.
Otro abrazo. Tu hermano de un tramito de camino. Jose.
Pbro. Jose Koltun
Párroco
Semanario EL ORDEN
POEMA AL VAGON
Te traigo la serenata
de los versos más sencillos
tus maderas y sus brillos
recuerdan ciertos santuarios;
el presente te rescata
viejo y querido vagón
que miran con emoción
nuestros viejos ferroviarios.
Sos el vagón de la esquina
esencia de mi Deseado
sos el viejo Reservado
custodiás tantas historias...
primero, tu vida andina
después Facón y Varela,
andenes, comercio, escuela,
la rebeldía y sus glorias.
Vos soportaste de pie
el peso de tantos años;
cuando intereses extraños
sin historia y sin nobleza
y sin explicar por qué
te quisieron desguazar
supo el pueblo reaccionar
y defendió tu entereza.
Vos, gigante de madera,
desde Brown y San Martín
viste aquel día por fin
que el pueblo dijo: es la hora,
de terminar con la espera
de aquel pesado letargo
-sueño triste, tan amargo-
había que obrar sin demora.
Fue un complot, pero a favor
guerra en paz, y con sentido
batalla contra el olvido;
impedir aquel secuestro
de algún especulador
que te llevaba a la nada
fue esencia de una patriada
que hoy te nombra como «nuestro».
Sos el custodio silente
del centro de mi Deseado
testimonio del pasado
y de nuestra vida diaria
te reconoce la gente
sos un anfitrión amable
y símbolo incuestionable
de la historia ferroviaria.
Mario dos Santos Lopes
LA CASI TRAGEDIA DEL VAPOR JOSE MENENDEZ EN 1947
RELATO INEDITO
Naufragios en Puerto Deseado
El día que el José Menéndez encalló en Punta Cascajo (1947)
La Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia fue, sin lugar a dudas, la más importante de nuestra región en cuanto a comercio se refiere, pero esta entidad se destacó por unir con regularidad los aislados puertos sureños con la capital porteña. "La Anónima", como se la conoce hoy en día, se caracterizaba por poseer una flota que recorría con rigurosa exactitud los puertos de nuestra provincia, abasteciéndolos de mercaderías y tripulantes; esta labor era llevada a cabo por los buques "Asturiano", "Argentino", "Atlántico" y, el quizás mas destacado y reconocido "José Menéndez", al cual nos referiremos en esta oportunidad.
El Vapor José Menéndez cargaba con tripulantes y mercaderías (en total 275 toneladas de carga) con destino a Buenos Aires y escalas. Una de ellas era la de Puerto Deseado. Y el día 11 de noviembre de 1947, este buque encalla en la "Roca Sorrel". Todo empezó con una densa niebla que hizo tomar al Capitán Esteban Santiago Carraro todas las medidas que en este caso eran requeridas; no obstante, estas fueron en vano: "A horas 2:50 avistándose rompiente por la proa se da toda maquina atrás babor y estribor embistiéndola, no obstante, y quedando encallados de inmediato..."
Las medidas preventivas eran de reducir la marcha a 65 revoluciones y hacer las señales reglamentarias para estos casos, así como también sondear la profundidad regularmente con tubos químicos, y es aquí donde parece haber estado el problema, ya que según las declaraciones del Capitán Carraro, el encallar en las rocas se debió a que los tubos químicos no funcionaron correctamente, entregando una profundidad que no era la correcta.
Al momento de chocar eran las 2:50 AM y una densa neblina cubría el mar. El Capitán decidió maniobrar para evitar el choque pero no lo logró, una vez encallado intentó hacer lo mismo para zafarlo , pero parecía que todo intento era en vano. Entonces, se tomó la decisión de hacer sonar el timbre de alarma, cerrar todos los ojos de buey, el portalón de costado, la puerta estanca del entrepuente alto del mamparo entre el numero cuatro y cinco; se verificaron todos los compartimentos restantes, encontrando agua en los dobles fondos 6 y 7 y en la bodega numero 5, también se encontró mucho agua en el compartimento del túnel de la maquina. Tanta agua le era imposible desagotar a la bomba de achique del Menéndez, por lo cual se cierran todos estos compartimentos. Unos minutos más tarde, a las 3:05, se llama al vapor "Asturiano" (también perteneciente a la flota de la "Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia") con el fin de solicitar ayuda, ya que éste se encontraba en las proximidades. Pero a las cuatro horas, el buque comenzó a escorarse, por lo cual los oficiales se reunieron para tomar decisiones y estos llegaron a la conclusión de arriar los botes ( a excepción de los botes numero seis, ocho, nueve, diez y cuatro, ya que tenían rompientes bajo suyo) y embarcaron con mayor prioridad a dos tripulantes enfermos, seguidos de las mujeres y niños y el resto de la tripulación que se consideraba innecesaria para las maniobras de salvataje. Sin embargo, se ordenó a las embarcaciones quedarse cerca del barco hasta esperar nuevas órdenes ya que todavía persistía la niebla.
Para las cinco, se decidió abandonar por completo el vapor, ya que la escora crecía rápidamente (ya contaba con 38 grados) y, sumado al constante agua que entraba en las bodegas y demás compartimentos, se hacía peligrosa la permanencia a bordo. Previamente se dejaron sin utilidad los diferentes sectores del barco (válvulas de vapor, comunicaciones del tanque de petróleo y tomas de sentinas, inyectores de los quemadores de los tres hornos) dejándolo incomunicado y apagado. Una vez que todos se encontraban en los botes y habiendo corroborado que no quedaba tripulante alguno en la embarcación se partió rumbo a Puerto Deseado; adonde llegan a las ocho treinta. Luego de dar cuenta a las autoridades marítimas del puerto, se preparó la lancha a vapor para partir nuevamente a la zona de la encalladura con parte de la tripulación: tripulación y oficiales de cubiertas y maquinas, un mozo, primer comisario, segundo radiotelegrafista, un médico y el Subprefecto del Puerto, llegando a las 10:30. En el lugar encontraron al buque con una escora de 5 grados, hecho que posibilitó realizar las tareas para maniobrar el vapor, con lo que consiguieron hacer zafar al "José Menéndez" tras una hora de duro trabajo (11:30 hs.). Con marcha lenta, ya que debían ser precavidos y necesitaban evacuar el agua y poner en funcionamiento las máquinas que habían quedado sumergidas, fondearon en el Puerto Deseado a las 18:45 horas. Como no se pudieron resolver todas las averías del buque (el agua continuaba entrando en la bodega número 5) los oficiales a cargo decidieron ubicarlo en una playa cercana, Punta Cascajo, para así poder salvaguardar la embarcación y constatar cuántos y cuán graves eran los daños sufridos permaneciendo allí.
Luego de realizar la inspección necesaria, se observó que las consecuencias del accidente habrían sido muy graves, ya que muchas de las partes del casco debían ser cambiadas, por ser imposible su reparación y muchas otras se encontraban abolladas. Rápidamente llegaron hasta la nave obreros de los Ex-Talleres Volcan y el Sr. Gerardo Amelung y toda la cuadrilla de operarios tumbaron a la embarcación en Punta Cascajo, tardando un mes y medio en repararlo.
En cuanto a la actuación del Capitán en lo referido al hecho, la Asesoría Técnica de la Prefectura General Marítima estimó que "no correspondía responsabilizar profesionalmente al Capitán y personal del buque", ya que los errores cometidos se debieron al mal funcionamiento de los tubos químicos que se utilizaron para el sondeo, mal funcionamiento que ni la misma Ayudantía Técnica de Buenos Aires pudo explicar, ya que éstos estaban en perfectas condiciones.
Casos como éstos son muy comunes en los mares del Sur argentino, pero a diferencia de otros, el vapor "José Menéndez" puede considerarse afortunado, ya que sólo hubo que lamentar daños materiales. Todos los pasajeros, inclusive los dos enfermos pudieron llegar al Puerto Deseado sanos y salvos, algo que no es muy común cuando un buque de la envergadura del "Menéndez" choca contra una rompiente de rocas.
Investigación y recopilación: Archivo Histórico Municipal de Puerto Deseado
Fuente: Juzgado Letrado de Santa Cruz : Fuero Criminal y Correccional. -- Año 1948, p. 3
Naufragios en Puerto Deseado
El día que el José Menéndez encalló en Punta Cascajo (1947)
La Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia fue, sin lugar a dudas, la más importante de nuestra región en cuanto a comercio se refiere, pero esta entidad se destacó por unir con regularidad los aislados puertos sureños con la capital porteña. "La Anónima", como se la conoce hoy en día, se caracterizaba por poseer una flota que recorría con rigurosa exactitud los puertos de nuestra provincia, abasteciéndolos de mercaderías y tripulantes; esta labor era llevada a cabo por los buques "Asturiano", "Argentino", "Atlántico" y, el quizás mas destacado y reconocido "José Menéndez", al cual nos referiremos en esta oportunidad.
El Vapor José Menéndez cargaba con tripulantes y mercaderías (en total 275 toneladas de carga) con destino a Buenos Aires y escalas. Una de ellas era la de Puerto Deseado. Y el día 11 de noviembre de 1947, este buque encalla en la "Roca Sorrel". Todo empezó con una densa niebla que hizo tomar al Capitán Esteban Santiago Carraro todas las medidas que en este caso eran requeridas; no obstante, estas fueron en vano: "A horas 2:50 avistándose rompiente por la proa se da toda maquina atrás babor y estribor embistiéndola, no obstante, y quedando encallados de inmediato..."
Las medidas preventivas eran de reducir la marcha a 65 revoluciones y hacer las señales reglamentarias para estos casos, así como también sondear la profundidad regularmente con tubos químicos, y es aquí donde parece haber estado el problema, ya que según las declaraciones del Capitán Carraro, el encallar en las rocas se debió a que los tubos químicos no funcionaron correctamente, entregando una profundidad que no era la correcta.
Al momento de chocar eran las 2:50 AM y una densa neblina cubría el mar. El Capitán decidió maniobrar para evitar el choque pero no lo logró, una vez encallado intentó hacer lo mismo para zafarlo , pero parecía que todo intento era en vano. Entonces, se tomó la decisión de hacer sonar el timbre de alarma, cerrar todos los ojos de buey, el portalón de costado, la puerta estanca del entrepuente alto del mamparo entre el numero cuatro y cinco; se verificaron todos los compartimentos restantes, encontrando agua en los dobles fondos 6 y 7 y en la bodega numero 5, también se encontró mucho agua en el compartimento del túnel de la maquina. Tanta agua le era imposible desagotar a la bomba de achique del Menéndez, por lo cual se cierran todos estos compartimentos. Unos minutos más tarde, a las 3:05, se llama al vapor "Asturiano" (también perteneciente a la flota de la "Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia") con el fin de solicitar ayuda, ya que éste se encontraba en las proximidades. Pero a las cuatro horas, el buque comenzó a escorarse, por lo cual los oficiales se reunieron para tomar decisiones y estos llegaron a la conclusión de arriar los botes ( a excepción de los botes numero seis, ocho, nueve, diez y cuatro, ya que tenían rompientes bajo suyo) y embarcaron con mayor prioridad a dos tripulantes enfermos, seguidos de las mujeres y niños y el resto de la tripulación que se consideraba innecesaria para las maniobras de salvataje. Sin embargo, se ordenó a las embarcaciones quedarse cerca del barco hasta esperar nuevas órdenes ya que todavía persistía la niebla.
Para las cinco, se decidió abandonar por completo el vapor, ya que la escora crecía rápidamente (ya contaba con 38 grados) y, sumado al constante agua que entraba en las bodegas y demás compartimentos, se hacía peligrosa la permanencia a bordo. Previamente se dejaron sin utilidad los diferentes sectores del barco (válvulas de vapor, comunicaciones del tanque de petróleo y tomas de sentinas, inyectores de los quemadores de los tres hornos) dejándolo incomunicado y apagado. Una vez que todos se encontraban en los botes y habiendo corroborado que no quedaba tripulante alguno en la embarcación se partió rumbo a Puerto Deseado; adonde llegan a las ocho treinta. Luego de dar cuenta a las autoridades marítimas del puerto, se preparó la lancha a vapor para partir nuevamente a la zona de la encalladura con parte de la tripulación: tripulación y oficiales de cubiertas y maquinas, un mozo, primer comisario, segundo radiotelegrafista, un médico y el Subprefecto del Puerto, llegando a las 10:30. En el lugar encontraron al buque con una escora de 5 grados, hecho que posibilitó realizar las tareas para maniobrar el vapor, con lo que consiguieron hacer zafar al "José Menéndez" tras una hora de duro trabajo (11:30 hs.). Con marcha lenta, ya que debían ser precavidos y necesitaban evacuar el agua y poner en funcionamiento las máquinas que habían quedado sumergidas, fondearon en el Puerto Deseado a las 18:45 horas. Como no se pudieron resolver todas las averías del buque (el agua continuaba entrando en la bodega número 5) los oficiales a cargo decidieron ubicarlo en una playa cercana, Punta Cascajo, para así poder salvaguardar la embarcación y constatar cuántos y cuán graves eran los daños sufridos permaneciendo allí.
Luego de realizar la inspección necesaria, se observó que las consecuencias del accidente habrían sido muy graves, ya que muchas de las partes del casco debían ser cambiadas, por ser imposible su reparación y muchas otras se encontraban abolladas. Rápidamente llegaron hasta la nave obreros de los Ex-Talleres Volcan y el Sr. Gerardo Amelung y toda la cuadrilla de operarios tumbaron a la embarcación en Punta Cascajo, tardando un mes y medio en repararlo.
En cuanto a la actuación del Capitán en lo referido al hecho, la Asesoría Técnica de la Prefectura General Marítima estimó que "no correspondía responsabilizar profesionalmente al Capitán y personal del buque", ya que los errores cometidos se debieron al mal funcionamiento de los tubos químicos que se utilizaron para el sondeo, mal funcionamiento que ni la misma Ayudantía Técnica de Buenos Aires pudo explicar, ya que éstos estaban en perfectas condiciones.
Casos como éstos son muy comunes en los mares del Sur argentino, pero a diferencia de otros, el vapor "José Menéndez" puede considerarse afortunado, ya que sólo hubo que lamentar daños materiales. Todos los pasajeros, inclusive los dos enfermos pudieron llegar al Puerto Deseado sanos y salvos, algo que no es muy común cuando un buque de la envergadura del "Menéndez" choca contra una rompiente de rocas.
Investigación y recopilación: Archivo Histórico Municipal de Puerto Deseado
Fuente: Juzgado Letrado de Santa Cruz : Fuero Criminal y Correccional. -- Año 1948, p. 3
HISTORIA DE LA PRENSA ESCRITA EN PUERTO DESEADO (Cuaderno nro. 23)
COLECCIÓN DE HISTORIA URBANA
LA PRENSA ESCRITA
Las imprentas y los periódicos en Puerto Deseado
Nacido el periodismo como consecuencia de una de las libertades más sagradas del hombre, de la libertad de pensamiento y de la libertad de opinión; tempranamente en Puerto Deseado surgen publicaciones que informaban a la gente del pueblo y abrían sus páginas a diversas opiniones teniendo como única mira el bien común.-
La primer imprenta de la que se tiene conocimiento funcionó en Puerto Deseado, fue la del tipógrafo León Soto Lamana. Junto a su hermano, instalan la rotativa a la que llaman “Deseado” en el año 1912. A mediados de la década de 1920 existían en Puerto Deseado las siguientes imprentas: Talleres gráficos “El Progreso”, “La Comercial” (estaba desde 1915), “El Orden”, imprenta “La Aurora” y posteriormente la “Imprenta Rovillard & Soto”. En un principio estos talleres eran los encargados de editar las publicaciones que se describen; algunas de larga trayectoria otras de efímera existencia. Pasan muchos años hasta que el Sr. Carlos H. Bateman precisamente en el año 1980 instala la “Imprenta Zar” con una moderna máquina gráfica en sistema offset. Con el correr de los años, la tecnología nos brinda nuevos servicios de fotocopiado y reproducción.
1913/47 “El Sur”: Semanario fundado el 24 de mayo del año 1913, se editaba en la imprenta “La Aurora”. Su director: Francisco Ferreiro, español de pura cepa, nacido en La Coruña en el año 1890, llegó a Puerto Deseado en el año 1908. En primer lugar se dedicó al comercio, luego al periodismo.
1915/20 “La voz de Deseado”: segundo periódico semanal fundado a mediados del año 1915 por Dn. León Soto Lamana ( tenía su propia imprenta) desaparecida esta publicación en julio de 1920, inmediatamente aparece “El Orden”.-
1920 El 8 de abril aparece en Deseado el periódico “El Español” dirigido por el Dr. José María Borrero, ejerciendo funciones de Subdirector su cuñado Carlos Rivera Valenzuela hasta 1923
1920 “El Orden” Semanario fundado el 5 de agosto de 1920 su director: Ramiro Ramos
1920/75 programa publicado anualmente -al estilo boletín- por la Sociedad Rural de Deseado, (fundada el 16-02-1913) presentado en la celebración de las exposiciones ganaderas locales.
1922 “El Territorio”: Semanario dirigido por el periodista Angel Clara y su hermano Juan B. Clara
1923 “Ecos de Deseado”: Revista literaria y de información general, fundada en el año 1923 (a) director y fundador: Vicente Martínez Ramos. En el año 1934 la imprenta “Ecos de Deseado” pasa a propiedad de los Sres. León Soto y Ordoñez.
1929 “Alborada” revista de la Asociación de Ex alumnos Mariano Moreno” de la Esc. Nac. Nº 5
1933 “El Pueblo”: Periódico fundado el 15/5/33, su editor y administrador Dn .Cosmos Pando. Fue originalmente el órgano de prensa del Partido Socialista.
1938 “Deseado” periódico semanal ilustrado popular, Dirección y Administración a cargo del Colegio Salesiano San José (al mes de Junio del año 1942 alcanzaba la edición Nº 346)
1941 En el mes de enero la Asociación Club Deportivo Deseado Juniors sintiendo la necesidad de que Puerto Deseado contara con una revista de carácter social, deportivo y de información edita el 1er. ejemplar de su revista. En octubre del mismo año edita el ejemplar N° 5. Con motivo de la celebración del “40 aniversario” de la entidad; lanza una edición especial de 36 páginas.
1943 “La escoba”: Acaba de aparecer y fija sus días de salida el 1º y 15 de cada mes (en realidad se trata de la hoja que desde hacía tres meses aparecía en el interior de “El Pueblo”, pero sus redactores decidieron transformarlo en un nuevo órgano del periodismo local). El tono mordaz y festivo a la vez con que sus redactores matizaban su contenido, no faltando los tópicos serios de actualidad, consiguió despertar con su primer número el interés del público.
Posteriormente irán apareciendo nuevas publicaciones de diversas instituciones, colegios clubes etc. la mayoría de carácter transitorio, algunas de ellas fueron; a saber:
“Liriolay”:
El primer ejemplar salió a la luz en el mes de julio del año 1962, tratando de reflejar a través de sus páginas una radiografía de la vida en la Escuela Nacional de Comercio de Pto. Deseado.
“Ecos del aula”:
Se hacía hoja por hoja en mimeógrafo (bandeja metálica conteniendo una pasta gelatinosa similar al dulce de batata) en la que con un rodillo se pasaba tinta para luego proceder a su impresión. Las tapas en cartulina de colores eran pintadas manualmente al igual que las ilustraciones de su interior en las que colaboraban alumnos de distintos cursos de la Escuela Provincial N° 5.
“Horas Nuestras”
(periódico de la Escuela Provincial N° 5) Aparece el primer ejemplar en el mes de mayo del año 1979 siendo responsables las docentes Teresita Ibiricu de Pérez y Matilde Blanco quienes guían a los alumnos de 6° y 7° grado el último número aparece en 1980.
Boletín de la Sociedad Rural:
Nos encontramos con dos etapas; en el año 1927 aparece el ejemplar N° 1; se trata de una publicación bimestral dirigida por el Ing. J. F. Puchulu hasta el año 1934 con el ejemplar N° 42. Continúa con el N° 43 el Director interino Sr. J. Arias hasta 1936 con el ejemplar N° 54; a partir del número 55 el boletín sale por Secretaría hasta la década del ’40 aproximadamente. En el año 1967 aparece el “Boletín de la Sociedad Rural de Puerto Deseado”, boletín informativo que publicaba todo lo que fuera de interés para el ganadero y la localidad.
“CIBIMA”:
El Centro de Investigación de Biología Marina – Estación Pto. Deseado – Estación Austral; promovía a fines de la década del ‘60 y principios de los ‘70 su boletín de contribución científica con más de 90 publicaciones
“Resonancias”:
Boletín informativo – de efímera existencia- su primer ejemplar aparece en octubre del año 1982; es dirigido por el Sr. Mario dos Santos Lopes y lo secunda como Jefe de Redacción el Sr. Carlos Alcides Santi.
“El Siglo de Puerto. Deseado”:
Aparece en el año 1984, se trataba de un quincenario dirigido por el Sr. Carlos A. Santi del cual aparecieron unos pocos ejemplares.
“Boletín CE.FI.PU.DE.”:
Edición trimestral del Centro Filatélico Puerto Deseado, edita su primer número en febrero del año 1985 con una continuidad interrumpida hasta el año 1997.
“Cuadernos de Historia Deseadense”:
Edición del Archivo Histórico Municipal y la Dirección de Cultura, aparece su primer ejemplar en el mes de julio de 1986, en 1987 no se editan, aparece el N° 4 En marzo de 1988 finalizando con el ejemplar N° 7 en noviembre del mismo año.
“Bahía de los trabajos”:
Su editor, el Sr. Diego Saborido edita el primer ejemplar el 11 de julio de 2005 interrumpiéndose la colorida y cuidada edición con el ejemplar N° 8 en el mes de octubre de 2005.
“Cuadernos Culturales Deseadenses”:
Revista cultural de tirada trimestral, auspiciada por la empresa Vieira Argentina S.A. y dirigida por el periodista Mario dos Santos Lopes. El primer ejemplar apareció en junio de 2003. Cuenta al mes de julio de 2011 con veintidós publicaciones.
“el Zorro”:
Revista de “clasificados” y compra venta; alcanzó la cantidad de 38 números; fue su director y editor el Sr. Christian Bahamonde.
La revista “Ecos de Deseado” se imprimía en los talleres tipográficos “El Progreso” propiedad de Vicente Martínez Ramos. Este comercio se dedicaba a impresiones de lujo y económicas, sellos de goma y lacre, clisés y fotograbados, almanaques, bolsas de papel y cartón. Además poseía un completo surtido en los ramos de papelería, librería y escritorio, máquinas de escribir y accesorios, bazar y juguetería.
La Sociedad Rural de Deseado de acuerdo al ejercicio que correspondiere imprime anualmente su “Memoria”, que es entregada a todos sus socios. Lo mismo hace la Cooperativa Ganadera de Puerto Deseado Ltda. que también imprime desde el año 1951 su “Memoria y Balance General” .
Sin entrar en detalles, otras publicaciones de presencia fugaz fueron:
“Sur o no Ser” , “el Josecito” (de un grupo de estudiantes del Colegio Salesiano San José)
“Chispazo”, “Las Noticias de Deseado” etc.
Seguramente habrán aparecido otras publicaciones de las cuales no han quedado registros; toda vez que en Deseado el período comprendido entre 1910 a 1925 se caracteriza como una época a la que se le brinda mucha atención al movimiento literario local. Es la prensa escrita el único medio que permitía expresarse al vecino del lugar y el órgano de difusión masiva (diarios, volantes, panfletos, revistas, boletines etc.).
fuente: investigación propia en base a información del Archivo Histórico Municipal y Provincial, Archivo Histórico Registro Civil, revistas y diarios de la época”, Auxiliares eurísticos, Archivo privado del autor.
especial para Cuadernos Culturales deseadenses por ROBERTO LUIS RODRIGUEZ
LA PRENSA ESCRITA
Las imprentas y los periódicos en Puerto Deseado
Nacido el periodismo como consecuencia de una de las libertades más sagradas del hombre, de la libertad de pensamiento y de la libertad de opinión; tempranamente en Puerto Deseado surgen publicaciones que informaban a la gente del pueblo y abrían sus páginas a diversas opiniones teniendo como única mira el bien común.-
La primer imprenta de la que se tiene conocimiento funcionó en Puerto Deseado, fue la del tipógrafo León Soto Lamana. Junto a su hermano, instalan la rotativa a la que llaman “Deseado” en el año 1912. A mediados de la década de 1920 existían en Puerto Deseado las siguientes imprentas: Talleres gráficos “El Progreso”, “La Comercial” (estaba desde 1915), “El Orden”, imprenta “La Aurora” y posteriormente la “Imprenta Rovillard & Soto”. En un principio estos talleres eran los encargados de editar las publicaciones que se describen; algunas de larga trayectoria otras de efímera existencia. Pasan muchos años hasta que el Sr. Carlos H. Bateman precisamente en el año 1980 instala la “Imprenta Zar” con una moderna máquina gráfica en sistema offset. Con el correr de los años, la tecnología nos brinda nuevos servicios de fotocopiado y reproducción.
1913/47 “El Sur”: Semanario fundado el 24 de mayo del año 1913, se editaba en la imprenta “La Aurora”. Su director: Francisco Ferreiro, español de pura cepa, nacido en La Coruña en el año 1890, llegó a Puerto Deseado en el año 1908. En primer lugar se dedicó al comercio, luego al periodismo.
1915/20 “La voz de Deseado”: segundo periódico semanal fundado a mediados del año 1915 por Dn. León Soto Lamana ( tenía su propia imprenta) desaparecida esta publicación en julio de 1920, inmediatamente aparece “El Orden”.-
1920 El 8 de abril aparece en Deseado el periódico “El Español” dirigido por el Dr. José María Borrero, ejerciendo funciones de Subdirector su cuñado Carlos Rivera Valenzuela hasta 1923
1920 “El Orden” Semanario fundado el 5 de agosto de 1920 su director: Ramiro Ramos
1920/75 programa publicado anualmente -al estilo boletín- por la Sociedad Rural de Deseado, (fundada el 16-02-1913) presentado en la celebración de las exposiciones ganaderas locales.
1922 “El Territorio”: Semanario dirigido por el periodista Angel Clara y su hermano Juan B. Clara
1923 “Ecos de Deseado”: Revista literaria y de información general, fundada en el año 1923 (a) director y fundador: Vicente Martínez Ramos. En el año 1934 la imprenta “Ecos de Deseado” pasa a propiedad de los Sres. León Soto y Ordoñez.
1929 “Alborada” revista de la Asociación de Ex alumnos Mariano Moreno” de la Esc. Nac. Nº 5
1933 “El Pueblo”: Periódico fundado el 15/5/33, su editor y administrador Dn .Cosmos Pando. Fue originalmente el órgano de prensa del Partido Socialista.
1938 “Deseado” periódico semanal ilustrado popular, Dirección y Administración a cargo del Colegio Salesiano San José (al mes de Junio del año 1942 alcanzaba la edición Nº 346)
1941 En el mes de enero la Asociación Club Deportivo Deseado Juniors sintiendo la necesidad de que Puerto Deseado contara con una revista de carácter social, deportivo y de información edita el 1er. ejemplar de su revista. En octubre del mismo año edita el ejemplar N° 5. Con motivo de la celebración del “40 aniversario” de la entidad; lanza una edición especial de 36 páginas.
1943 “La escoba”: Acaba de aparecer y fija sus días de salida el 1º y 15 de cada mes (en realidad se trata de la hoja que desde hacía tres meses aparecía en el interior de “El Pueblo”, pero sus redactores decidieron transformarlo en un nuevo órgano del periodismo local). El tono mordaz y festivo a la vez con que sus redactores matizaban su contenido, no faltando los tópicos serios de actualidad, consiguió despertar con su primer número el interés del público.
Posteriormente irán apareciendo nuevas publicaciones de diversas instituciones, colegios clubes etc. la mayoría de carácter transitorio, algunas de ellas fueron; a saber:
“Liriolay”:
El primer ejemplar salió a la luz en el mes de julio del año 1962, tratando de reflejar a través de sus páginas una radiografía de la vida en la Escuela Nacional de Comercio de Pto. Deseado.
“Ecos del aula”:
Se hacía hoja por hoja en mimeógrafo (bandeja metálica conteniendo una pasta gelatinosa similar al dulce de batata) en la que con un rodillo se pasaba tinta para luego proceder a su impresión. Las tapas en cartulina de colores eran pintadas manualmente al igual que las ilustraciones de su interior en las que colaboraban alumnos de distintos cursos de la Escuela Provincial N° 5.
“Horas Nuestras”
(periódico de la Escuela Provincial N° 5) Aparece el primer ejemplar en el mes de mayo del año 1979 siendo responsables las docentes Teresita Ibiricu de Pérez y Matilde Blanco quienes guían a los alumnos de 6° y 7° grado el último número aparece en 1980.
Boletín de la Sociedad Rural:
Nos encontramos con dos etapas; en el año 1927 aparece el ejemplar N° 1; se trata de una publicación bimestral dirigida por el Ing. J. F. Puchulu hasta el año 1934 con el ejemplar N° 42. Continúa con el N° 43 el Director interino Sr. J. Arias hasta 1936 con el ejemplar N° 54; a partir del número 55 el boletín sale por Secretaría hasta la década del ’40 aproximadamente. En el año 1967 aparece el “Boletín de la Sociedad Rural de Puerto Deseado”, boletín informativo que publicaba todo lo que fuera de interés para el ganadero y la localidad.
“CIBIMA”:
El Centro de Investigación de Biología Marina – Estación Pto. Deseado – Estación Austral; promovía a fines de la década del ‘60 y principios de los ‘70 su boletín de contribución científica con más de 90 publicaciones
“Resonancias”:
Boletín informativo – de efímera existencia- su primer ejemplar aparece en octubre del año 1982; es dirigido por el Sr. Mario dos Santos Lopes y lo secunda como Jefe de Redacción el Sr. Carlos Alcides Santi.
“El Siglo de Puerto. Deseado”:
Aparece en el año 1984, se trataba de un quincenario dirigido por el Sr. Carlos A. Santi del cual aparecieron unos pocos ejemplares.
“Boletín CE.FI.PU.DE.”:
Edición trimestral del Centro Filatélico Puerto Deseado, edita su primer número en febrero del año 1985 con una continuidad interrumpida hasta el año 1997.
“Cuadernos de Historia Deseadense”:
Edición del Archivo Histórico Municipal y la Dirección de Cultura, aparece su primer ejemplar en el mes de julio de 1986, en 1987 no se editan, aparece el N° 4 En marzo de 1988 finalizando con el ejemplar N° 7 en noviembre del mismo año.
“Bahía de los trabajos”:
Su editor, el Sr. Diego Saborido edita el primer ejemplar el 11 de julio de 2005 interrumpiéndose la colorida y cuidada edición con el ejemplar N° 8 en el mes de octubre de 2005.
“Cuadernos Culturales Deseadenses”:
Revista cultural de tirada trimestral, auspiciada por la empresa Vieira Argentina S.A. y dirigida por el periodista Mario dos Santos Lopes. El primer ejemplar apareció en junio de 2003. Cuenta al mes de julio de 2011 con veintidós publicaciones.
“el Zorro”:
Revista de “clasificados” y compra venta; alcanzó la cantidad de 38 números; fue su director y editor el Sr. Christian Bahamonde.
La revista “Ecos de Deseado” se imprimía en los talleres tipográficos “El Progreso” propiedad de Vicente Martínez Ramos. Este comercio se dedicaba a impresiones de lujo y económicas, sellos de goma y lacre, clisés y fotograbados, almanaques, bolsas de papel y cartón. Además poseía un completo surtido en los ramos de papelería, librería y escritorio, máquinas de escribir y accesorios, bazar y juguetería.
La Sociedad Rural de Deseado de acuerdo al ejercicio que correspondiere imprime anualmente su “Memoria”, que es entregada a todos sus socios. Lo mismo hace la Cooperativa Ganadera de Puerto Deseado Ltda. que también imprime desde el año 1951 su “Memoria y Balance General” .
Sin entrar en detalles, otras publicaciones de presencia fugaz fueron:
“Sur o no Ser” , “el Josecito” (de un grupo de estudiantes del Colegio Salesiano San José)
“Chispazo”, “Las Noticias de Deseado” etc.
Seguramente habrán aparecido otras publicaciones de las cuales no han quedado registros; toda vez que en Deseado el período comprendido entre 1910 a 1925 se caracteriza como una época a la que se le brinda mucha atención al movimiento literario local. Es la prensa escrita el único medio que permitía expresarse al vecino del lugar y el órgano de difusión masiva (diarios, volantes, panfletos, revistas, boletines etc.).
fuente: investigación propia en base a información del Archivo Histórico Municipal y Provincial, Archivo Histórico Registro Civil, revistas y diarios de la época”, Auxiliares eurísticos, Archivo privado del autor.
especial para Cuadernos Culturales deseadenses por ROBERTO LUIS RODRIGUEZ
JOSE FERNANDEZ FUEYO, UN SOCIALISTA DE LEY
Los inicios del municipio electivo en Puerto Deseado
Un día lejano del año 1916 llegaron mis abuelos Eduviges García y José Fernández Fueyo a Puerto Deseado. Venían de Punta Arenas (Chile). Allí habían arribado, dejando su España natal, su Asturias querida, muy cerca de Covadonga.
Venían en pos de un mejor bienestar y con ansias de trabajo, unidos por el amor que un día juraron fuera eterno.
Traían con ellos a sus hijas Amparo y Nieves, nacidas en España, a las que agregaron, en tierra chilena, a Leontina, Mercedes, Estrella y José.
Aquí fueron forjando una familia, donde el trabajo y el amor la hacían cada día más sólida.
Habían dejado Punta Arenas con sus recuerdos y agradecimiento de inmigrantes y se trasladaron a Puerto Deseado, completando la familia con la llegada de otro hijo: Antonio.
El mar, que desde Europa los había llevado a América, los traía a la República Argentina, a estas tierras patagónicas.
Y fueron mis abuelos los que dejaron a sus descendientes una gran herencia: su ejemplo de vida. Una vida de trabajo, de lucha, de honradez, de servicio a la comunidad, de esperanza y amor.
Y fue aquí, en el Hotel Fueyo, donde mis abuelos forjaron su hogar definitivo. Y fue en el Hotel Fueyo donde vieron crecer a sus hijos, nietos y bisnietos. ¡Cuántos recuerdos de niño anidan en mi memoria! Mi abuelo en su lagar, elaborando sidra "Mi Pomarada" y fundando, en el hotel, la primera bolera en Deseado, juego que tal vez lo unía a la colectividad asturiana residente en la localidad y que, junto con la sidra, evocaba la Asturias lejana, de España.
Yo crecí al calor de aquellos días, ya que mi padre, casado con Leontina -hija de mi abuela- todos los domingos por la mañana nos llevaba a visitar a mis abuelos.
Pasaron los años... Yo fui creciendo y siendo adolescente me gustaba escuchar a mi abuelo, socialista de alma, compartir diarios y pensamientos de la época, mientras atendía -con la ayuda de mi abuela y tíos- a los clientes que en el hotel se alojaban. Estos eran, en gran parte, pobladores del campo.
En mi memoria quedó grabada la figura de un cliente; era un diputado nacional socialista, Demetrio Buira, que en la época del receso parlamentario recorría la Patagonia ejerciendo su profesión de viajante de comercio y se alojaba en el hotel Fueyo. ¡Qué gente y qué tiempos aquellos!
De él, mi abuelo y un grupo de simpatizantes del Partido recibieron formación para organizar el Partido Socialista en Puerto Deseado y establecer contacto con las autoridades del Partido Nacional.
Así, mi abuelo fue agregando a su trabajo cotidiano su vocación por la política al servicio de la comunidad.
En el año 1933 fue elegido edil del Honorable Concejo Deliberante en elecciones vecinales.
En el año 1934 es elegido Presidente del concejo. Su función, en aquella época, era lo que hoy es Intendente Munciipal. Este cargo lo desempeñó hasta el año 1939. Su labor fue ad-honorem y contó con el apoyo del pueblo.
Durante su gestión en el Partido Socialista municipal se creó el Hospital local, se inauguró la copa de leche en la Escuela Nacional nro. 5 (acontecimiento que se grabó en mi memoria, ya que entonces yo cursaba segundo grado en la misma); se gestionó la construcción del nuevo edificio de dicha escuela y el Correo local; se abrieron calles y se urbanizó la ciudad.
Junto con simpatizantes socialistas mi abuelo fundó el periódico "El Pueblo" y se construyó "La Casa del Pueblo", sede del Partido Socialista.
Por circunstancias especiales de la época y desaparecidos los fundadores pasó, con el tiempo, a sus herederos, quienes -honrando a sus mayores y a su ejemplo de vida al servicio de la comunidad- la donaron a la Municipalidad local y hoy es la Casa de la Cultura.
Mi abuelo, fiel a la promesa de amor eterno hecha a mi abuela, cuando se apagó la vida de ella, se apagó la vida de él al poco tiempo.
Mis abuelos habían logrado, en sus largos años de vida, su objetivo: formar una familia en el amor y en el respeto, una familia que hoy rinde su recuerdo y admiración a ellos, orgullosos de ser sus descendientes.
Florentino Jesús Pérez
Un día lejano del año 1916 llegaron mis abuelos Eduviges García y José Fernández Fueyo a Puerto Deseado. Venían de Punta Arenas (Chile). Allí habían arribado, dejando su España natal, su Asturias querida, muy cerca de Covadonga.
Venían en pos de un mejor bienestar y con ansias de trabajo, unidos por el amor que un día juraron fuera eterno.
Traían con ellos a sus hijas Amparo y Nieves, nacidas en España, a las que agregaron, en tierra chilena, a Leontina, Mercedes, Estrella y José.
Aquí fueron forjando una familia, donde el trabajo y el amor la hacían cada día más sólida.
Habían dejado Punta Arenas con sus recuerdos y agradecimiento de inmigrantes y se trasladaron a Puerto Deseado, completando la familia con la llegada de otro hijo: Antonio.
El mar, que desde Europa los había llevado a América, los traía a la República Argentina, a estas tierras patagónicas.
Y fueron mis abuelos los que dejaron a sus descendientes una gran herencia: su ejemplo de vida. Una vida de trabajo, de lucha, de honradez, de servicio a la comunidad, de esperanza y amor.
Y fue aquí, en el Hotel Fueyo, donde mis abuelos forjaron su hogar definitivo. Y fue en el Hotel Fueyo donde vieron crecer a sus hijos, nietos y bisnietos. ¡Cuántos recuerdos de niño anidan en mi memoria! Mi abuelo en su lagar, elaborando sidra "Mi Pomarada" y fundando, en el hotel, la primera bolera en Deseado, juego que tal vez lo unía a la colectividad asturiana residente en la localidad y que, junto con la sidra, evocaba la Asturias lejana, de España.
Yo crecí al calor de aquellos días, ya que mi padre, casado con Leontina -hija de mi abuela- todos los domingos por la mañana nos llevaba a visitar a mis abuelos.
Pasaron los años... Yo fui creciendo y siendo adolescente me gustaba escuchar a mi abuelo, socialista de alma, compartir diarios y pensamientos de la época, mientras atendía -con la ayuda de mi abuela y tíos- a los clientes que en el hotel se alojaban. Estos eran, en gran parte, pobladores del campo.
En mi memoria quedó grabada la figura de un cliente; era un diputado nacional socialista, Demetrio Buira, que en la época del receso parlamentario recorría la Patagonia ejerciendo su profesión de viajante de comercio y se alojaba en el hotel Fueyo. ¡Qué gente y qué tiempos aquellos!
De él, mi abuelo y un grupo de simpatizantes del Partido recibieron formación para organizar el Partido Socialista en Puerto Deseado y establecer contacto con las autoridades del Partido Nacional.
Así, mi abuelo fue agregando a su trabajo cotidiano su vocación por la política al servicio de la comunidad.
En el año 1933 fue elegido edil del Honorable Concejo Deliberante en elecciones vecinales.
En el año 1934 es elegido Presidente del concejo. Su función, en aquella época, era lo que hoy es Intendente Munciipal. Este cargo lo desempeñó hasta el año 1939. Su labor fue ad-honorem y contó con el apoyo del pueblo.
Durante su gestión en el Partido Socialista municipal se creó el Hospital local, se inauguró la copa de leche en la Escuela Nacional nro. 5 (acontecimiento que se grabó en mi memoria, ya que entonces yo cursaba segundo grado en la misma); se gestionó la construcción del nuevo edificio de dicha escuela y el Correo local; se abrieron calles y se urbanizó la ciudad.
Junto con simpatizantes socialistas mi abuelo fundó el periódico "El Pueblo" y se construyó "La Casa del Pueblo", sede del Partido Socialista.
Por circunstancias especiales de la época y desaparecidos los fundadores pasó, con el tiempo, a sus herederos, quienes -honrando a sus mayores y a su ejemplo de vida al servicio de la comunidad- la donaron a la Municipalidad local y hoy es la Casa de la Cultura.
Mi abuelo, fiel a la promesa de amor eterno hecha a mi abuela, cuando se apagó la vida de ella, se apagó la vida de él al poco tiempo.
Mis abuelos habían logrado, en sus largos años de vida, su objetivo: formar una familia en el amor y en el respeto, una familia que hoy rinde su recuerdo y admiración a ellos, orgullosos de ser sus descendientes.
Florentino Jesús Pérez
RECUERDOS DE LA LEONESA, POR DORA MANILDO LOPEZ (Cuaderno nro. 23, año 2013)
Foto nocturna Paseo La Leonesa, gentileza María Claudia Pérez
Después del reencuentro
Y el día después seguimos con la emoción a flor de piel, miramos las mismas fotos una y otra vez con la excusa de que la tomó otra persona; es la misma imagen, pero tiene el sentir de quien la enfocó, entonces aunque vemos los mismos rostros, las emociones se transmiten de distinta manera, y nosotros renovamos en cada una los sentimientos que se nos calaron en lo más profundo de nuestro ser en este reencuentro.
Los recuerdos, los abrazos apretados y los ojos húmedos…las ganas imposibles de verlas a ellas transitando esos senderos, tomadas del brazo, charlando sin parar, y de pronto uno cae en la cuenta de que están allí, en nosotros, en nuestras lágrimas y sonrisas, en los niños que corretean sin comprender aún por qué a esta plaza tan linda para jugar la llamamos la casa de la abuela.
Y nos vemos corriendo en los pasillos, o alrededor de la mesa grande con el humeante chocolate del 25 de mayo, y están los primos que vemos con frecuencia y los que no vemos nunca, los del “árbol genealógico” y los del corazón, los que se fueron demasiado pronto y siempre extrañaremos, y la generación que nos continúa con su alegría, sus ganas de conocerse, intentando conectarse con sus raíces leyendo en esos muros la historia de la familia.
Así como recreamos los cantos que ellos entonaban en todas las reuniones, y que la abuela Julia disfrutaba porque sin duda la transportaban a los tiempos jóvenes de su España, recreemos la familia, uniendo las generaciones, para seguir transmitiendo lo que nuestros “viejos” nos legaron, un profundo amor, pertenencia, raíces sólidas que nos permiten pararnos hoy con orgullo en esta nueva Leonesa y sentir su presencia.
Mi deseo más profundo es que un día mis hijos, los hijos de mis hermanos, los de mis primos, nuestros nietos, nos tengan tan presentes que les parezca vernos caminar por las veredas de este paseo aunque no estemos, como yo vi desde el alma a mi madre, a mis tías…a la abuela, porque entonces si habremos continuado con el legado de afianzar nuestras raíces, de conocer nuestra historia familiar, y de saber quiénes somos.
Dora Manildo López
Después del reencuentro
Y el día después seguimos con la emoción a flor de piel, miramos las mismas fotos una y otra vez con la excusa de que la tomó otra persona; es la misma imagen, pero tiene el sentir de quien la enfocó, entonces aunque vemos los mismos rostros, las emociones se transmiten de distinta manera, y nosotros renovamos en cada una los sentimientos que se nos calaron en lo más profundo de nuestro ser en este reencuentro.
Los recuerdos, los abrazos apretados y los ojos húmedos…las ganas imposibles de verlas a ellas transitando esos senderos, tomadas del brazo, charlando sin parar, y de pronto uno cae en la cuenta de que están allí, en nosotros, en nuestras lágrimas y sonrisas, en los niños que corretean sin comprender aún por qué a esta plaza tan linda para jugar la llamamos la casa de la abuela.
Y nos vemos corriendo en los pasillos, o alrededor de la mesa grande con el humeante chocolate del 25 de mayo, y están los primos que vemos con frecuencia y los que no vemos nunca, los del “árbol genealógico” y los del corazón, los que se fueron demasiado pronto y siempre extrañaremos, y la generación que nos continúa con su alegría, sus ganas de conocerse, intentando conectarse con sus raíces leyendo en esos muros la historia de la familia.
Así como recreamos los cantos que ellos entonaban en todas las reuniones, y que la abuela Julia disfrutaba porque sin duda la transportaban a los tiempos jóvenes de su España, recreemos la familia, uniendo las generaciones, para seguir transmitiendo lo que nuestros “viejos” nos legaron, un profundo amor, pertenencia, raíces sólidas que nos permiten pararnos hoy con orgullo en esta nueva Leonesa y sentir su presencia.
Mi deseo más profundo es que un día mis hijos, los hijos de mis hermanos, los de mis primos, nuestros nietos, nos tengan tan presentes que les parezca vernos caminar por las veredas de este paseo aunque no estemos, como yo vi desde el alma a mi madre, a mis tías…a la abuela, porque entonces si habremos continuado con el legado de afianzar nuestras raíces, de conocer nuestra historia familiar, y de saber quiénes somos.
Dora Manildo López
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