Carta de Néstor Leme para el Centenario de la Escuela 5
Comencé las clases en septiembre de 1.958, a los cinco años... Si! en septiembre... -al año siguiente, comenzaron en marzo, como ahora-... mi primera maestra la señora Lola...la directora Sra. Justa Arroyabe, mi padre me acompañó tres dìas, me llevaba de la mano por la calle Ameghino, hasta Zar y doblabamos detras del actual Radio Club, bajando por la roca hasta desembocar en la calle Moreno, al lado de la escuela...y digo que papá me acompañó poquito, porque a la semana, ya tenía dos amigos nuevos, que hacíamos el mismo recorrido, Jorgito Dimópulos y Yito Escobar, era todo mágico, la sala amplia de la entrada donde formabamos fila, las jaulas de las cotorras celestes al lado de la campana de don Wilson...te acordás de todo eso, de los arboles enanos del patio de pedregullo, del aljibe, del hielo en los vidrios, de los títeres, que con maestría manejaba Angel Nahuelpán...del grito justo de la señorita Boni, no completé el primario en esa escuela a la que también acudieron desde 1.910 mis tías -Ester López- y todas las otras, como más tarde mi madre Adelaida López, porque a los diez años al rodar una pelota de fútbol,ya iba detrás de ella y otros amigos del barrio me arrastraron con ellos al patio de tierra del San José, pero en esos cinco años, mis sentimientos hacia los maestros de la escuela 5 se mantienen incólumes hasta hoy y jamás me podré olvidar de Guillermina, de Brunilda en manualidades, de Teresita ni de Rafael. Hoy al celebrarse los 100 años, era mi deseo estar presente, reunirme con todos los que están en este momento, hablar de esas épocas, reencontrame con antiguos compañeros, y preguntar y recrear recuerdos y rescatar anécdotas riquísimas que seguro las hay, pero las circunstancias hoy no están dadas para mi, pues entonces, que revoloteen las cotorras celestes y que repique la campana de don Wilson por 100 años más. Un abrazo a todos y desde Buenos Aires, Presente!
NESTOR RAUL LEME
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