Primer Campeonato de la Liga de Fútbol Norte de Santa Cruz
Transcurría la primavera del año 1963 y en el Deseado Juniors corrían vientos de renovación. En el mes de agosto, en una de las primeras elecciones internas –y también la última- los candidatos de la lista rojiblanca, encabezada por Jorge Piñero y Félix Maigan, se hacían cargo de la conducción de la Institución.
A partir de esos momentos hubo un resurgimiento tanto en lo social como en lo deportivo, que puso al club en lo mas alto de la consideración local.
En pelota a paleta, en automovilismo y en fútbol, las tres disciplinas en las que siempre se destacó el Juniors, fueron tomando dimensiones impensadas ni por los mas enfervorizados simpatizantes.
En paleta, la visita de los campeones nacionales Domingo y Arnaldo Olite, del campeón mundial Jorge Utdge y del siempre recordado “manco de la Teodolina”, fueron un deleite por las diversas exhibiciones que en sus mas diversas especialidades realizaron en el frontón del club.
En automovilismo, la doble Deseado-Comodoro en ruta abierta, carreras en el circuito propiedad del club en la actual zona de chacras, con la participación siempre exitosa de nuestros representantes –Ramonín Fernández y Horacio Vega- pusieron a esta práctica en lo mas alto del deporte santacruceño, amén de las distintas carreras de regularidad que congregaban a innumerables familias participantes, que disfrutaban de jornadas que hoy recordamos con nostalgia.
Pero el broche de oro de todas estas actividades deportivas la iba a dar el fútbol, disciplina que dio inicio y prosecución a la fundación del Deseado Juniors. Por variadas circunstancias se había armado un equipo que deleitaba por lo vistoso de su juego y la contundencia con que concluía sus jugadas, amén de la garra con que defendía los colores rojos.
Ramonín Fernández y Héctor Perino en el arco, Enrique Leal –el gran capitán del equipo- y Bota Argirópulos en la zaga, la línea media con Leva Izurieta, Héctor Masci y José Abraham y la delantera imparable compuesta por Horacio Vega, Guillermo Urzúa, Alejandro Galiment, Edmundo Prendes y Oscar Vega, constituían la base de un equipo que brilló en toda su dimensión.
En esos momentos se había organizado en Caleta Olivia la “Liga de Fútbol Norte de Santa Cruz” y en el primer campeonato iban a participar equipos de esa ciudad, Cañadón seco y Pico Truncado, al que fue invitado el Deseado Juniors.
La tarea era por demás de difícil realización, habida cuenta de que domingo por medio había que trasladarse a las localidades citadas, con un contingente de jugadores de primera y segunda división, mas auxiliares y delegados, hacerse cargo de los traslados y comidas, lo que implicaba altas erogaciones, además de tener que pagar los viáticos y el traslado de los referís oficiales desde Caleta Olivia, cuando el Juniors era local.
Don Félix Maigan, presidente de la Subcomisión de fútbol, un dirigente con un carisma especial, un entusiasmo y un empuje contagioso, fue quien llevó adelante los contactos necesarios con los directivos de la liga y lo que en un momento parecía una utopía, tuvo feliz comienzo el 17 de noviembre de 1963, cuando a los “rojos” les tocó debutar en este primer campeonato de la liga norte, en la que intervenían trece equipos: nueve de Caleta Olivia, dos de Cañadón Seco, uno de Pico Truncado y uno de Puerto Deseado, a dos ruedas.
El debut no pudo ser mas auspicioso. Los deseadenses se impusieron a Mar del Plata de Caleta Olivia por 7 a 1 en primera división, con cuatro tantos de Sani Galiment, y uno cada uno de Edmundo Prendes, Horacio Vega y Oscar Vega. La segunda división también triunfó por siete goles a dos, con cuatro tantos de Juanito González y tres de Luis Urzúa.
Venía ahora la prueba de fuego. El Juniors tenía que trasladar a todo su contingente a Caleta Olivia a enfrentarse con Estrella del Sur. No se contaba con ayuda oficial, ni para el traslado ni para los gastos, razón por la cual -como en el resto del campeonato- la colaboración desinteresada de socios y simpatizantes era imprescindible.
Coches y camionetas particulares se ponían a disposiciones del club y así partían los domingos a la mañana rumbo a Caleta, Cañadón Seco o Pico Truncado, recorriendo un camino totalmente de ripio, para trasladar a jugadores y colaboradores. La Ford F350 de Don Félix Maigan, alma mater de esta epopeya, como así también los vehículos de Andrés Gutiérrez, Mariano López, Eduardo Cevasco, Julián Baztán, Dimas Martínez, Ramonín Fernández, Mitre Michunovich, Lucho y Toto Pérez y otros que el tiempo ha borrado, estaban siempre presentes en la línea de largada.
Y en este segundo partido, el 24 de noviembre de 1963, el Deseado Juniors empata tres a tres con Estrella del sur, uno de los mejores equipos de la liga, con un tanto de Galiment y dos de Horacio Vega, el último en gol olímpico, empatando cuando faltaban cinco minutos para el final.
Y en esta cruzada tuvo el Juniors que superar varios contratiempos de importancia, como la suspensión de su cancha y la de su jugador estrella - Edmundo Prendes-decretada por el tribunal de penas de la liga. Así las cosas tenía que viajar todos los domingos a Caleta Olivia para actuar de local en el field del club Cañadón Seco.
Pero nada podía detener a esta falange de jugadores, directivos e hinchas, enfervorizados por las actuaciones destacadas de cada una de sus presentaciones.
Cabe destacar que a la larga caravana de simpatizantes locales que viajaban hasta Caleta, se sumaban las de diversas familias originarias de Puerto Deseado, radicadas en Comodoro Rivadavia, como los Lecumberry, Dimópulos, Forchiasin, Blanco, Del Alamo, etc., que los domingos se trasladaban para alentar con sus cánticos y bocinazos a los muchachos del Juniors.
Valga una anécdota para resaltar la vocación triunfalista que imperaba en el club. El 12 de enero de 1964, los rojos se tenían que enfrentar con Huracán del Sur de Caleta Olivia. Por primera vez se había conseguido un viejo colectivo municipal para trasladar a parte de los equipos hasta aquella ciudad. Como sus condiciones no eran de las mas óptimas, salió este transporte varias horas antes que el resto de la comitiva compuesta por automóviles y camionetas de socios y simpatizantes. Pasando unos 30 kilómetros de Fitz Roy, el colectivo vuelca, prácticamente se desintegra, las ruedas y el eje trasero quedan para un lado de la picada y la carrocería para el otro, pero por suerte solamente hubo rasguños y heridas superficiales en sus ocupantes.
El susto mayúsculo se lo llevaron quienes fueron llegando con posterioridad, pero al comprobar el médico de la institución –Dr. Cevasco- que todos los integrantes, tanto de primera como de segunda estaban en condiciones de actuar en el partido de la tarde, se comenzó con el traslado de jugadores a Caleta en autos y camionetas, en viajes de ida y vuelta, hasta que toda la delegación se pudo reunir minutos antes de comenzar el partido. Y aunque la segunda división cayó por goleada –6 a 1- la primera se impuso a Huracán del Sur por 1 a 0, con una brillante definición del goleador Sani Galiment.
La carrocería del colectivo nunca volvió a Deseado y permanece actualmente como boletería en el circuito de la localidad de Jaramillo.
Y así continúa este campeonato y llegamos a la última fecha –la Nro 24- el día 20 de junio de 1964, en la que el Juniors, en su field, debía ganar para consagrarse campeón. Enfrentaba a YPF de Caleta Olivia y una tensa vigilia embargaba a toda la parcialidad roja, que en número pocas veces visto concurrió desde hora temprana a la cancha, con la esperanza de que el sueño iniciado ocho meses atrás se hiciera realidad. En el primer tiempo el Juniors perdía uno a cero y así se escurrían los sueños de campeonar, pero en el segundo, con goles de Horacio Vega, Rafael Alaniz y el siempre presente Sani Galiment, concretó un triunfo inobjetable que lo catapultó a la cima de la tabla.
Con la pitada final del árbitro, que consagraba al Deseado Juniors dueño del “Primer Campeonato de la Liga de la Zona Norte de Santa Cruz” –blasón futbolístico máximo para todo Puerto Deseado- se desató la euforia entre jugadores y simpatizantes, que se volcaron a las calles derrochando la alegría de todo un pueblo envuelto en el delirio, festejando el gran triunfo, la gran conquista, hasta que las gargantas y las bocinas se agotaron ya entrada la madrugada del lunes.
Alternaron también en el primer equipo del Juniors, los siguientes jugadores, que aportaron y contribuyeron con su esfuerzo y calidad a la obtención de esta gran conquista, que perdurará por siempre en la rica historia de la Institución. Son ellos: Andrés Mesa, Ernesto Leal, Pedro Rubinetti, José Cárcamo, Víctor Leaños, Jorge Leal, José Giraudo, Rafael Alaniz, Lorenzo Juárez, Jorge Varas, Ramón Brandan y Raul Seguel.
Es de destacar también la colaboración desinteresada y por cierto muy eficaz que prestaron desde la utilería del club, los simpatizantes Ernesto Venditti y Manuel Pantiga, la del Kinesiólogo Sr. Navarro y la del ayudante de campo Sr. Germán Gutiérrez.
Todos ellos, jugadores, directivos, colaboradores y simpatizantes quedarán grabados en el crisol de recuerdos de una de las páginas mas brillantes de la institución.
Dimas Ramiro Martínez
1 comentario:
Que grande,! , Mi tio Edmundo Prendes Un mostro total.!
QEPD
Saludos!
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