sábado, 16 de abril de 2011

Historia de los antiguos médicos en Puerto Deseado

Apuntes de la vida deseadense
MÉDICOS QUE HICIERON HISTORIA


Dr. Hugo REIMAN:  Es el primer médico del que existen registros y se instala en el pueblo de Deseado a partir del año 1909; no constan antecedentes de otros profesionales. Anteriormente ante eventualidades, habiendo buques en puerto, se acudía al facultativo de a bordo.

Dr. Owen Oliver KELLY:   Primer médico que asiste a los socios de la Sociedad Española de Socorros Mutuos, llega a Deseado en el año 1916. A pesar de que sus facturas son elevadas y la Comisión Directiva  no está muy de acuerdo, (recién se inician y no tienen fondos suficientes) realizan un contrato con el Dr. cual caduca el 1º de Diciembre del mismo año.-

Dr. Tancredo MAZZUCHELLI:  De nacionalidad italiana, hijo de Enrique y de Rosa Martiuralo, estaba casado con una compatriota  llamada Eugenia Niccoli. Desde 1903 fue el médico de las “Grandes Salinas de Cabo Blanco”. En el año 1909 continuaba domiciliado  en su estancia, en la zona de Cabo Blanco.  A partir de  febrero de 1910  firma y certifica defunciones como “médico del ferrocarril”; en 1911 junto al italiano Alberto Gandolfi tienen en sociedad “Cerro Moro” establecimiento en la zona del Río Deseado.  Desde el año 1913 hasta 1914 continúa haciéndolo acompañando su rúbrica con un sello fechador rectangular del M.O.P. En 1920 forma parte de la Comisión pro-municipalidad, (conformada en su totalidad por residentes  extranjeros).Hombre muy culto, médico graduado y que nunca revalidó su título, en diversas oportunidades oficiaba de partero.
    Llegamos al mes de agosto del año 1925; Mazzucchelli sumamente ofendido y como Presidente de la “Cooperativa Ltda. de Transportes Deseado”, saca una solicitada en “El Orden” a raíz de una publicación del Director de el periódico “El Sur”, en la que lo trata de cronista parcial y calumnioso. Dn. Tancredo pronuncia un discurso evocando la incomparable figura de Don Bosco, fundador de la Orden de los  Salesianos el día 29, con motivo de las Fiestas Patronales (el pueblo amaneció todo embanderado, y a la tarde el comercio cerró sus puertas). El incansable organizador de estas fiestas era el recordado presbítero Dn. Félix Stevenne. Qué tiempos aquellos… con qué fervor y entusiasmo se organizaban los eventos festivos, sea para conmemorar fiestas patrias o aniversarios de las colectividades. Debemos recordar que el pueblo en ese entonces –según el censo del mes de Abril de 1920-,  contaba aproximadamente con 1.570  habitantes de los cuales 1.490 eran residentes extranjeros y solamente 80 eran argentinos.
    En el mes de octubre de 1925 la gobernación designa nuevos miembros para la Comisión de Fomento de Deseado. Según la nueva reglamentación, las atribuciones que le correspondieron a Dn. Tancredo fueron el cobro de las tasas por remuneración de servicio, cuestiones agrícolas/ganaderas etc. El mismo año integra la Comisión Directiva del Círculo Italiano “La Gioconda” en carácter de Presidente. 
    En septiembre del año 1926 preside la Comisión de Fomento, en reemplazo del Ing. José  Zelada que presentó su renuncia. Hombre activo que mucho tuvo que ver con los inicios de la primera biblioteca pública de Puerto Deseado, quien fue ganando fama por su ética incorruptible, en beneficio de los intereses del pueblo. Lamentablemente se alejó de la localidad debido a una constante persecución que sufriera por el gobierno que culminó su mandato abruptamente en el año 1955, despojándolo de su establecimiento ganadero, denominado “Cerro Moro”. Varias de las obras bibliográficas donadas por don Tancredo a la biblioteca aún hoy se conservan como vestigios del pasado. Es de destacar la labor que desarrolló en todo momento en fomento de esta zona, cumpliendo diversas funciones en atención a la comunidad. A este ciudadano con notables dotes humanitarias, son muy pocas las personas que aún hoy lo recuerdan. Creo sin temor a equivocarme que jamás fue declarado ciudadano ilustre.

Dr. Carlos ESCHOYEZ:   El primer farmacéutico del pueblo, se instala  en Pto. Deseado en el año 1914; hijo de Carlos y Dña. María Neuvenhaysen (ambos de nacionalidad suiza). Casado con Dña. Juana Martino, al poco tiempo de fijar su residencia en Deseado, nace Marcial Marcos. Mas allá de su desempeño profesional, en el mes de Agosto de 1922 preside la Comisión de Fomento, ocupando este cargo hasta el año 1924. En 1923 informa a la gobernación del homenaje que se rendirá en la localidad al Dr. Estanislao S. Zeballos (fallecido ese año, quien fuera ministro de Relaciones Exteriores, miembro del Tribunal Permanente de La Haya, Presidente de la Cámara de Diputados período 1912-1916); el homenaje se  efectuó frente al edificio de la estación del ferrocarril local.
     El domingo 27 de julio de 1924 recibe el premio categoría “A” en el concurso de tiro organizado por la institución,  denominado “Blanco Gobernador Vidal” por acertar 170 puntos, y en agosto del mismo año en el concurso efectuado por el Tiro Federal, y en la misma categoría con 190 puntos recibe el 5º premio consistente en una medalla de cobre. En setiembre de 1924 forma parte de la Comisión de festejos para las fiestas del día de la raza, en calidad de vocal.
Dr. Raúl PIETRANERA:  hijo de Tancredo y de Carolina Ravira, además de cumplir funciones como médico clínico, fue el presidente del famoso “Círculo Argentino”. Casado con Dña. Rosa María Pietranera, nacen en Deseado sus hijos: Carlota (1916) Raúl (1917), Beatriz (1920) y Rosa María (1921). En 1917 denuncia a Carlos Eschoyez por ejercicio ilegal de la medicina.  En el año 1919 fue delegado escolar en Pto. Deseado,  permanece con su flía en Deseado hasta el año 1926  Residía en la espléndida casa de piedra situada en  la calle Ameghino al 1275 posesión del Sr. Milos (hoy propiedad de la Dra. Bibiana Zubimendi)

Dr. Ernesto ITURRIAGA:  Ex interno de los hospitales Español y Duran de Bs. Aires, llega a Deseado en el año 1932 procedente de Colonia Las Heras donde ejerció por espacio de 3 años aproximadamente. El 1º de Mayo de 1933 preside el primer Consejo Municipal de Deseado, siendo sus miembros la mayoría del partido socialista (anteriormente el pueblo era regido por Comisiones de Fomento). Además de ejercer su función como médico fue quien batalló sin descanso cumpliendo una noble y desinteresada labor para que la población de Deseado tuviera un hospital municipal.
               Atendía también a los socios de la Sociedad Española de S.M.  El 27 de diciembre de 1934 el médico social solicita un permiso por dos meses más;  los miembros de la C.D. de la Sociedad dejan en suspenso su decisión hasta tanto no conteste el

Dr. Segundo A. GAUNA. La nota que envía la Sociedad Española dice textualmente: “Dr. Segundo A. Gauna-Localidad.- Muy Sr. nuestro: En contestación a su atta. carta de fecha 21 de diciembre ppdo, comunicamos a Ud; que efectivamente le asiste el derecho a observar el art. 3º del contrato que tiene celebrado con esta Sociedad. El hecho de que se haya nombrado substituto al Dr. Iturriaga, obedeció a que esta C.D. tenía en esos momentos presente los contratos anteriores que admitían la substitución, pero vemos también que Ud; incurrió en el mismo error, desde el momento que tácitamente consintió el nombramiento del substituto, al compartir con otro médico los honorarios durante varios meses a partir del viaje del Dr. Iturriaga, y sin haber hecho reclamación. En vista que dicho contrato vence el 31 de marzo del año en curso, le agradecemos constestarnos si está conforme en compartir la asistencia a nuestros asociados, conjuntamente con el Dr. Raúl Fernández, hasta la expiración del contrato, salvo el caso que antes llegue el Dr. Iturriaga. Saludámosle con nuestra consideración y aprecio”. En 1934 su presencia se hace indispensable en Bs. Aires y pese a que el pueblo lo elige nuevamente concejal y sus ediles Presidente del Honorable  Consejo  Municipal, viendo que es imposible su regreso renuncia al cargo ese mismo año.

Dr. Leopoldo REINECKE:  A los primeros días del mes de enero de 1921, cursa una carta a la Sociedad Española a bordo del transporte nacional “Río Negro” comunicando que como dicho buque no tiene médico, se ve obligado a continuar viaje hasta Santa Cruz; al regreso del mismo, desembarcará en esta para establecerse definitivamente. El 21 de enero envía un telegrama a la Sociedad, informando que embarcó en el mismo vapor con destino a esta localidad. La C.D. de la sociedad nombra una delegación compuesta por los Sres. Santos Estella, José Fernández Fueyo y Pablo Romanos, para la recepción a su llegada a la localidad del Dr. Reinecke. Llega a Deseado a fines de enero de 1921 sin su familia,  y se instala en el “Hotel Argentino”. Inmediatamente la C.D. le comunica al Dr. Ambrosio Barni que se hace cargo de la atención de los pacientes el profesional recién llegado, agradeciendo los servicios prestados.  Reside en la localidad hasta el año 1926. En el año 1925 integra la comisión de vecinos que se congregó para formar  el Cuerpo de Bomberos Voluntarios. Una figura dignamente recordada por gente del lugar, quien a su ciencia médica añadía su espíritu altruista y humanitario hacia sus pacientes. Médico de la Soc. Española de S. Mutuos de Deseado hasta el mes de marzo de 1927, cuando comunica haber resuelto permanecer radicado en la ciudad de La Plata. Descendiente de familia alemana, en el árbol genealógico, y en la  crónica familiar cada rama se distingue por un color, la correspondiente a los Reinecke es de color anaranjada. Cada cinco años descendientes de distintas ramas de la familia, alquilan y se reúnen en un hotel en Alemania.

Dr. Segundo Albano GAUNA: El doctor Gauna nació en la localidad de Goya, provincia de Corrientes, alrededor de 1890; cursó sus estudios secundarios en Concepción del Uruguay y a su término ingresó en la Facultad de Medicina de Bs. Aires.  Hijo de Dn. Segundo y Dña. Salomé González, llega a Pto. Deseado a mediados del año 1923, y encuentra el ambiente propicio para desarrollar sus actividades profesionales y cívico-culturales, pudiendo promulgar sus ideas progresistas;  ex interno de los hospitales Durand y Niños. En el año 1924 nace en Deseado Guillermo Segundo, hijo del Dr. Gauna y de su esposa Margarita Ruiz Rodríguez.
En la velada patriótica del 9 de julio de 1924, el acto más brillante lo constituyó la celebración en horas de la noche, efectuada en el amplio salón teatro de la Sociedad Española, luego de oír las vibrantes notas del himno nacional; inmediatamente el Dr. Segundo A. Gauna, Presidente de la Comisión de Festejos, dio apertura al acto con elocuente discurso inspirado en el más acendrado patriotismo. Fue médico de la Sociedad Española a partir del año 1927; al hacer uso de licencia informa a la S. Española que deja momentáneamente a cargo de la asistencia de los asociados al Dr. Juan E. Vilaseca, su gran amigo.  El Dr. Gauna también fue parte de la Comisión popular que organizaría los festejos del día de la raza, esta vez en calidad de vocal.
    En el año 1925 atendía a sus pacientes en la casa del Sr. Ribaya. En 1925 integra la comisión de vecinos electa para formar el Cuerpo de Bomberos Voluntarios. En 1926 atendía a sus pacientes en la casa “La Juanita” ubicada en Gob. Gregores 966 casi esquina c/ Alte. Brown. En 1930 en el local de la Comisión de Fomento atendía consultorio médico gratuito. En 1932 fue miembro del Consejo Escolar local de la Escuela Nacional Mixta de Puerto Deseado, Cumplió funciones como médico escolar en la Escuela Nº 5. Fue quien impulsó la creación del Tiro Federal. Independientemente de su labor profesional, este destacado médico de nuestra comunidad fue el creador y Director de la Escuela de Samaritanas de la Cruz Roja Argentina en Puerto Deseado, también fue Director del viejo hospital ferroviario (se encontraba situado donde hoy está el camping municipal). A partir del año 1939 es nombrado Director del Hospital local. En la misiva que me dirige  el 1º de junio de 1999, Guillermo -el hijo del Dr. Gauna- se manifiesta muy emocionado al saber y recordar que su padre, en los veinticinco años de médico en la localidad, dejara una huella imborrable para quienes lo recuerdan.
    En el año 1998 presentamos ante el Jefe comunal un pedido formal acompañado de una extensa biografía, para que una calle del pueblo llevara el nombre de Dr. Segundo A. Gauna; fue derivada con un pase al Archivo Municipal. Insistimos en varias oportunidades a pedido de familiares  y amigos que residen en Buenos Aires y estamos seguros de que, cuando se concrete, será un homenaje muy justo.

Dr. Juan E. VILASECA: médico cirujano del ferrocarril, descendiente de italianos, ex interno del hospital Durand de Bs. Aires y de las clínicas de los Drs. Castex y Palma, especializado en vías urinarias, atendía en el chalet del ferrocarril frente a la estación.  En 1923 reemplaza al Dr. Leopoldo Reinecke como médico municipal, toda vez que el Dr. Carlos Eschoyez siendo el Presidente de la Comisión de Fomento deja cesante al Dr. Reinecke. En la celebración del 9 de julio del año 1924, se procedió a la colocación de la piedra fundamental del monumento al Gral. San Martín en la plaza Centenario;  la procesión cívica partió desde la Comisión de Fomento hacia la plaza donde hizo uso de la palabra entre otros, el Dr. Juan E. Vilaseca, con brillantes conceptos vertidos en sus patrióticas oraciones. Corría el mes de enero del año 1925 cuando el Dr. Vilaseca, por solicitud del Comisario local, a fin de efectuar informe médico legal, se traslada urgente a Jaramillo. A los pocos meses, en julio (riguroso invierno)  en cumplimiento de sus deberes profesionales debe trasladarse nuevamente a Jaramillo. Al regresar desde aquel punto y debido al estado de deslizamiento en que las fuertes heladas habían puesto los caminos, a la altura del km. 112 de la vía férrea, al doblar la curva volcó el automóvil en que viajaba, sufriendo una astilladura del antebrazo izquierdo; su asistente solamente una contusión. Ello no fue impedimento para que regresaran de a pie a Jaramillo, donde fueron ayudados por el oficial de policía y otras personas para levantar el vehículo, con el que llegó sin novedad al amanecer. En el mismo año integra la comisión de vecinos que se organizó para que el pueblo tenga un Cuerpo de Bomberos Voluntarios.
     En el año 1927 Vilaseca efectúa una importante donación de libros a la biblioteca local.  El 20 de octubre del mismo año el Dr. Juan Vilaseca, médico comunal,  presentó el proyecto de “reglamentación para sepelios y cementerio” toda vez que en desde el año 1924 se había acordado la ampliación del mismo. En febrero del año 1926 con motivo de la llegada del Gobernador del Territorio Dr. Germán Vidal y el Ministro, en su carácter de Delegado Escolar en el banquete ofrecido en el Hotel Apolo, se dirigió a las autoridades muy elocuentemente.  En el año 1930 se aleja definitivamente de la localidad. En el mes de mayo de 1933 la presidencia da lectura al proyecto del ex médico comunal, Dr. Vilaseca, cuyas bases principales rigen en la Capital Federal, encontrándose muy interesantes y dignos de detenido estudio.

Dr. Carlos Raúl FERNANDEZ: En el año 1934 se radica en Puerto Deseado. Médico clínico, junto al Dr. Iturriaga, Dr. Clío, Dr. Juarez Laborde, y la partera Masón, inauguran el Hospital Municipal. Hijo de Rómulo Fernández (escribano local) y de Amelia Blanvalet, estaba casado con Julia Laura Piñero. Tenía el consultorio en la calle 12 de Octubre. En el año 1939 es designado intendente. El 1º de mayo de 1943 se lo designa nuevamente. Del mismo modo es designado en el año 1955. Fue médico de la Sociedad Española de Socorros Mutuos. En Deseado nacen sus hijas: Julia Laura, Amelia Rosa y María Elena, el hermano mayor Carlos es el único hijo varón. Como médico, supo brindarse plenamente a sus pacientes, pero también fue un hombre preocupado por el desarrollo y la educación de su pueblo. En las últimas horas del día 28 de diciembre del año 1963 ocurre un lamentable episodio el que tiene como trágico desenlace la desaparición del respetado Dr. Fernández en aguas de la Ría Deseado, al naufragar una pequeña embarcación que lo conducía junto a otras cinco personas, no logrando éste arribar a tierra. Fueron ellos quienes atestiguaron como lograron salvar sus vidas y quienes narraron el momento en que vieron desaparecer de la superficie del agua a la víctima, que no parecía hallarse conciente. El Dr. Fernández tenía 52 años de edad.-

por Roberto Luis Rodríguez
fuente: Archivo Histórico Municipal - Archivo Histórico Registro Civil - Archivo Histórico Pcia. de Sta. Cruz
documentación obrante en el archivo  privado del autor.

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